Las Eta-Acuáridas, una lluvia de meteoros originada a partir de la cola del famoso cometa Halley, pueden observarse desde el pasado 19 de abril hasta el próximo 28 de mayo, pero la noche de su mayor esplendor será la del 5 al 6 de mayo.
Con una velocidad de entre 60 y 70 kilómetros por segundo, los meteoros irrumpen en la atmósfera de la Tierra dejando una estela muy larga a su paso e iluminando con su brillo el cielo nocturno.
Las Eta-Acuáridas se observan mejor desde el hemisferio sur del planeta y las zonas cercanas al ecuador, pero también son visibles en el hemisferio norte y en latitudes medias. Para observar el fenómeno, que ocurre dos veces al año, en mayo y octubre, se recomienda alejarse de la contaminación lumínica de las ciudades y escoger un lugar oscuro y despejado.
Esta lluvia de estrellas se produce porque la Tierra, en su órbita alrededor del Sol, atraviesa dos veces una zona por la que pasó antes el cometa Halley, una en primavera y la otra en otoño. En ambas ocasiones, el cometa desprende pequeñas partículas metálicas que traspasan la atmósfera terrestre, se desintegran y se convierten en estrellas fugaces que podemos disfrutar en el cielo.
Durante la noche, la mejor hora para ver esta lluvia de estrellas será sobre las 4 de la mañana (hora peninsular), justo antes de la salida del Sol, para que la Luna, que se encuentra en su fase creciente, no suponga ningún problema para distinguir el fenómeno (si las condiciones meteorológicas lo permiten).
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La madrugada del 6 de mayo se espera que la frecuencia suba hasta las 60 estrellas fugaces por hora.
Aunque esta lluvia de estrellas no es muy activa, es posible ver entre veinte o treinta meteoros por hora como máximo, “aunque en la noche del 5 al 6 de mayo se espera que la frecuencia suba hasta las 60 estrellas fugaces por hora”, explica Francisco Colomer, astrónomo del Observatorio Astronómico Nacional.
Además, no importa donde te encuentres porque será posible ver esta lluvia de estrellas casi desde cualquier lugar del mundo sin necesidad de aparatos especializados, siempre que el lugar desde lo observes esté despejado y oscuro. Simplemente, bastará con mirar al sureste del horizonte, en dirección a la constelación de Acuario (de donde proceden).