La Tierra podría convertirse como Venus, en un planeta «infernal»

En un futuro, la Tierra podría convertirse en un planeta como Venus, con nubes de ácido sulfúrico en el cielo y alta temperatura en su superficie, se alerta en una investigación realizada por dos científicos de la NASA, Giada Arney y Stephen Kane.

Según estos especialistas, es posible que Venus tuviera en el pasado condiciones apropiadas para la vida, incluso agua o líquidos en la superficie.

En cualquier caso, durante un muy largo período de tiempo evolucionó hasta convertirse en un planeta inhabitable, a medida que el Sol se volvía más luminoso.

Hoy en día, la atmósfera de Venus, formada de dióxido de carbono, es 90 veces más densa que la de la Tierra, mientras que la temperatura en la superficie del planeta llega a los 462 grados centígrados.

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"Aunque Venus es actualmente uno de los lugares más inhabitables en el sistema solar, el conocimiento de nuestro vecino planetario más cercano puede revelar procesos generales acerca de cómo el medio ambiente de los planetas evoluciona –y puede perder habitabilidad- a lo largo del tiempo", sostienen los investigadores estadounidenses al remarcar la importancia de la investigación de Venus para predecir el futuro de la Tierra

"Venus es un espejo mágico que refleja el futuro de la Tierra", subrayan los especialistas en su estudio. Según datos anteriores recabados por los investigadores Wolf y Toon, a los que hace referencia el estudio, la creciente luminosidad solar podría determinar que las fronteras de la 'zona habitable' se desplacen más lejos de la Tierra en el transcurso de unos 1.000 millones de años, hasta crear en nuestro planeta unas condiciones parecidas a las del actual Venus.

Aunque la superficie de Venus es un lugar hostil para la vida, dadas sus altas temperaturas y enorme presión atmosférica, las nubes de ese vecino planeta podrían albergar microorganismos, según un nuevo estudio, publicadoen la revista Astrobiology.

Esta suposición se asienta indirectamente en las conclusiones a las que llegaron en 2016 científicos de la NASA, tras crear modelos informáticos del clima de Venus.

Dijeron entonces que ese planeta pudo albergar formas de vida hace 2.000 millones de años, cuando posiblemente contó con un océano líquido y poco profundo y, por tanto, con una superficie adecuada para la vida, sostiene el portal web RT