Conoce las células que devoran la tinta de los tatuajes

macrofagos cutaneos

Aunque todos sabemos que los tatuajes nunca desaparecen, hay quienes tienen la esperanza de borrarlos con láser u otros métodos peligrosos, sin tener un resultado efectivo. Pero la solución definitiva para su eliminación puede estar el los macrófagos, unas células que devoran la tinta de la piel, así lo explicó una investigación publicada en la revista Journal of Experimental Medicine.

Los macrófagos cutáneos son células del sistema inmunitario, su función principal es identificar y comer los residuos celulares, microbios y otros cuerpos extraños en nuestra piel. Aunque nos parezca lógico que estas células eliminen la tinta del tatuaje, pues básicamente es un ente extraño al organismo, la investigación demostró que esto no es posible por una sencilla razón.

El estudio francés sugirió que los tatuajes duran toda la vida porque su pigmento es devorado por un macrófago tras otro: cuando uno muere, simplemente libera las partículas de tinta que había estado almacenando. Luego aparece otro macrófago, elimina los restos celulares y envuelve las partículas. La inmunóloga Sandrine Henri, una de las científicas a cargo de la investigación explicó esto más a detalle:

"El hecho de que los macrófagos apenas se muevan dentro de la piel explica por qué el tatuaje es bastante estable. Además, las partículas de pigmento del tatuaje son bastante grandes y debido a su tamaño, no se drenan en los ganglios linfáticos. Entonces, tan pronto como son liberados por los macrófagos moribundos, permanecen atrapados hasta que otro macrófago los ingiere", afirmó la médica.

 

En la investigación también se explicó que la eliminación del tatuaje con láser puede funcionar mejor si se realiza en combinación con inhibición temporal de la función de los macrófagos en la piel.

"Los fragmentos de partículas de pigmentos generados por los pulsos láser no serían recapturados inmediatamente por los macrófagos, aumentando la probabilidad de que se drenen a través de los vasos linfáticos y así eliminarlos", explicó la inmunóloga.

Aunque esto aún no es una realidad, pues se necesitan cientos de pruebas rigurosas previas, la investigación indicó que la función bloqueadora de los macrófagos inhibe la cicatrización de las heridas y también puede perjudicar la regeneración del músculo esquelético, por lo que esto puede resultar contraproducente.