Sin ánimo de asustarte, en 2135 la Tierra podría ser impactada por un asteroide masivo de más de 480 metros de longitud cuya trayectoria va en nuestro rumbo. Su nombre es Bennu y es posible que solo se pueda desviar su curso a través de una explosión espacial.
La buena noticia es que la NASA está preparando una misión llamada OSIRIS-REx para cambiar la dirección de este cuerpo espacial, de modo que evitemos tan funesta coalición que podría hacernos vivir el Armagedón.
¿Qué es Bennu?
Según la NASA, Bennu es un trozo de roca rico en carbono que podría contener material orgánico o compuestos precursores de la vida. Por su posición, podría también pasar muy cerca de la Tierra, no inmediatamente sino en los siglos venideros.
La probabilidad de que se produzca un impacto es solo de 1 en 2.700; sin embargo, el tamaño de este asteroide preocupa a los científicos al punto de ponerle atención al asunto. Y es que si Bennu golpeara la Tierra, lo haría con 80.000 veces la fuerza de la bomba nuclear de Hiroshima.
Ante semejante catástrofe, es posible que se formara un cráter de más de 1,5 kilómetro en la superficie terrestre y que causara tsunamis, incendios en todo el planeta e incluso un invierno nuclear. Obviamente, en este escenario nuestra civilización no sobreviviría.
Misión OSIRIS-REx: salvando la Tierra
Por terrible que parezcan estas predicciones, no hay que alarmarse. Ahora mismo la NASA está llevando a cabo la misión OSIRIS-REx que pretende salvar la Tierra de un eventual impacto. La idea es cambiar el rumbo del asteroide cuanto antes, pues mientras más esperemos, más difícil será realizar la titánica labor.
En septiembre de 2016, la agencia espacial envió una sonda con el objetivo de aterrizar en Bennu, mapearlo y obtener muestras que llegarán a nuestro planeta para su posterior estudio. Se espera que llegue al asteroide en agosto de 2018 y que regrese a casa en 2023.
OSIRIS–REx persigue en primer lugar descubrir cuáles son nuestros orígenes, ya que los asteroides son remanentes de la época en que se formó el Sistema Solar, pero también qué podemos esperar del futuro y, sobre todo, qué sucede con nuestro presente.
¿Cómo desviar el curso de Bennu?
Para desviar el curso de Bennu, tanto la NASA como la Administración Nacional de Seguridad Nuclear de los Estados Unidos han presentado un proyecto llamado HAMMER (Misión de mitigación de asteroides hiperveloces) a través del cual nos podremos deshacer del peligroso cuerpo sometiéndolo a una explosión nuclear.
Pero se trata de una misión hipotética, ya que el gobierno estadounidense aún no ha aprobado los fondos para llevarla a cabo por considerar delicado el uso de armas nucleares. Tal preocupación tiene en cuenta que la explosión del trozo de roca en minúsculos fragmentos radiactivos podría ser más riesgoso aún para la Tierra que el propio asteroide.
Otra alternativa sería un impactador de asteroides como el que usó la NASA en la misión Deep Impact que chocó contra Tempel 1 en 2005. Pero los científicos consideran que esta solución solo es posible para asteroides pequeños y Bennu no se trata precisamente de uno de ellos.