¿Reconoces un olor que asocias habitualmente a las personas mayores? ¿Un olor que tal vez has sentido en la casa de tus abuelos o si alguna vez estuviste en un residencial de la tercera edad?
Pues no es un producto de tu imaginación.
Ese olor realmente existe y se conoce informalmente como "el olor de las personas mayores". Hasta Wikipedia en inglés tiene una entrada que se titula literalmente así.
Hay muchos malentendidos y mitos al respecto.
Se cree que tal vez se deba a la falta de higiene o a la antigüedad de las casas y los muebles (?), pero de hecho es un fenómeno que ocurre en el cuerpo humano y se vincula a la química de nuestra piel.
Por muy bien que te asees, prepárate, porque olerás igual cuando seas viejo.
¿Por qué las personas mayores huelen diferente?
Científicos han comprobado que en efecto las personas mayores tienen un olor propio y distintivo, muy reconocible.
Se han ensayado algunas explicaciones, por ejemplo una que vincula el hecho a un aspecto de la evolución humana destinado a distinguir la edad mediante el sentido del olfato, de manera similar a cómo otros animales utilizan su olfato para elegir parejas de aspecto más joven y viril para aparearse.
Todos los animales tienen aromas corporales muy ricos en componentes químicos, que pueden transmitir información importante y útil en términos de sociabilización.
"De manera similar a otros animales" explicó un neurocientífico que condujo un estudio al respecto, "los humanos podemos extraer señales del olor corporal de otros que nos permite identificar la edad biológica, detectar enfermedades o distinguir personas con las que tenemos parentesco de las que no".
El nombre científico que recibe el olor de las personas mayores es nonenal.
El nonenal es un compuesto químico que se produce cuando los ácidos grasos insaturados de la piel se degradan mediante la oxidación.
Tanto en hombres como en mujeres, alrededor de los 40 años de edad la piel comienza a producir más ácidos grasos y las defensas antioxidantes naturales comienzan a deteriorarse. En el caso de las mujeres, cambios hormonales como la menopausia también pueden contribuir a este proceso.
A medida que la piel se debilita, sus aceites naturales se oxidan más rápido produciendo el nonenal que, como no es soluble con el agua, permanece en la piel a pesar del lavado.
Así, su olor permanece en el cuerpo y en la ropa, incluso cuando hay un aseo profundo.
Como cualquier otro olor corporal, se puede prevenir, o al menos reducir, a través de un estilo de vida saludable, que incluya ejercicio regular, una dieta saludable y mucha hidratación, además de evitar el estrés, el tabaco y el alcohol.