El pingüino rey (Aptenodytes patagonicus) es el segundo pingüino más grande después del pingüino emperador (Aptenodytes forsteri).
La alerta está lanzada: frente al cambio climático, que les aleja su alimento, hasta el 70 por ciento de los pingüinos rey, que viven sobre todo en las islas subantárticas Crozet, Kerguelen y Príncipe Eduardo, en Tierra del Fuego, podrían desaparecer hacia fines de siglo.
Para poner el huevo que la hembra y el macho incuban de forma alternada durante más de 50 días, esta ave sin alas necesita una playa, un mar sin hielo y una fuente de alimentos abundante y cercana para llevar la comida a su bebé durante más de un año.
Pero el cambio climático está empujando hacia el sur, lejos de las colonias, las reservas de peces y pulpos con las que se alimentan, según el estudio publicado por la revista Nature Climate Change. Así, sus viajes en busca de comida serán cada vez más largos, amenazando la supervivencia de los pequeños y los adultos que permanecen con ellos, a no ser que la especie se instale en otras islas, así lo informa el portal web El Tiempo.
“Si no se toma ninguna medida para parar o limitar el calentamiento (…), la especie podría desaparecer en un futuro próximo”, resumen los tres principales autores del estudio, Robin Cristofari, Céline Le Bohec y Emiliano Trucchi.
Si se diera el peor de los casos presagiados por el grupo de expertos de la ONU sobre el clima (IPCC), “el 70 por ciento de los 1,6 millones de parejas reproductoras seguramente se exiliarán de forma brusca o desaparecerán antes de fines de siglo”, afirma el estudio. En la hipótesis climática más optimista del IPCC, incluso el 45 por ciento de la población de pingüinos rey estaría amenazada, según los investigadores.