Un hecho insólito sucedió en Irak, y es que en túneles escavados por yihadistas debajo de la tumba del profeta Jonas, arqueólogos encontraron inscripciones antiguas, los cuales dan cuenta del gobierno de un rey asirio, reporta Live Science.
Los investigadores hallaron siete inscripciones dedicadas al rey Asaradón, que tienen 2.700 años de antigüedad. La tumba del profeta, que es figura central del Antiguo Testamento y es igualmente venerado por musulmanes y cristianos, fue dinamitada por el Estado Islámico en 2014, poco después de ocupar la ciudad.
El hallazgo se realizó en cuatro túneles excavados por yihadistas o sus partidarios debajo de la sepultura. Ali Al-Juboori, director del Centro de Estudios Asirios de la Universidad de Mosul, indica que de ese modo los saqueadores probablemente buscaban tesoros arqueológicos de los reyes asirios.
"Palacio de Asaradón, el rey fuerte, el rey del mundo, el rey de Asiria, gobernador de Babilonia, rey de Sumeria y el imperio acadio, el rey de los reyes del Bajo Egipto, de Alto Egipto y de Kush", reza una de las leyendas, según el investigador.
El reino de Kush se ubicó en la región de Nubia, y las inscripciones halladas en otros lugares apuntan a que sus líderes en una época gobernaron Egipto. Sin embargo, fueron derrotados por Asaradón, así lo informa el portal web RT en español.
Otra leyenda hallada debajo de la tumba de Jonás relata que ese rey asirio "reconstruyó el templo del dios Assur [el mayor dios de Asiria]", restauró las antiguas ciudades de Babilonia y Esagil, y "renovó las estatuas de los grandes dioses". Asimismo, se afirma que las inscripciones brindan detalles sobre la familia del antiguo gobernador.