Desde que comenzó el año una gran actividad sísmica se ha dejado notar a lo largo del Anillo de Fuego del Pacífico. Se trata del área con mayor actividad sísmica y volcánica del planeta y se encuentra en la cuenca del océano Pacífico.
En enero Alaska experimentó un terremoto y un volcán hizo erupción en Filipinas. En los últimos días nuevos terremotos han tenido lugar en Guam, Japón y Taiwan. La proximidad de todos estos sucesos hace que algunos hayan pensado que un terremoto de mayor envergadura se acerca.
Lo cierto es que los expertos afirman que estos hechos alrededor de la placa tectónica del Pacífico no están relacionados entre sí y que se trata de una mera coincidencia.
Serie de terremotos en enero y febrero
El 6 de febrero un terremoto de 6,4 sacudió la costa este de Taiwán, causando 17 muertes y dejando unas 180 personas heridas. Este martes una serie de temblores de entre 4,9 y 5,7 sacudió la isla de Guam. Y desde el 11 de febrero Japón ha sentido tres terremotos de magnitudes entre 4,5 y 4,5 en el norte, centro y sur del país.
Pero la serie de este mes viene después de otros tantos terremotos el mes pasado. En enero un terremoto de 7,9 en la escala Richter tuvo lugar en Kodiak, Alaska, y otro de 6,4 afectó Indonesia la misma semana, a la vez que el monte Kusatsu-Shirane entró en erupción en Japón, desatando la alerta de tsunami.
También otro volcán entró en erupción en Filipinas, provocando la evacuación de más de 60.000 residentes.
Incluso la agencia de las Naciones Unidas para los desastres llegó a tuitear al respecto:
Consenso entre los científicos
Los científicos, sin embargo, opinan que tal actividad en el Anillo de Fuego del Pacífico es absolutamente normal y que no hay posibilidad de que un efecto dominó provoque un terremoto más grande, recoge el Daily Mail.
Hay que tener en cuenta que alrededor del 90% de los terremotos en el mundo ocurren en esta región, que además alberga a tres de cada cuatro volcanes del planeta.