En el libro IX de su obra Elementos, el matemático griego Euclides formuló el teorema que demostraba que los números primos son infinitos. Y, ahora, un ingeniero de Tennesse ha descubierto uno nuevo y muy especial, ya que se trata del mayor número primo conocido. Lo han llamado M77232917 y se consigue con el dos elevado a 77.232.917, menos uno. El número tiene nada menos que 23 millones de dígitos. Casi nada.
El hallazgo ha sido posible gracias al proyecto Great Internet Mersenne Primer Search. Se trata de un software que aprovecha el poder de cómputo numérico de los ordenadores, creado por un grupo de aficionados a las matemáticas. Aún así, el resultado tuvo que ser comprobado por cuatro ordenadores distintos, que tardaron unas 80 horas en darlo por válido.
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Hay que decir además que no se trata de un número primo normal, ya que pertenece a los llamados números de Mersenne. Son aquellos que, además de ser primos, se ajustan a la ecuación M n = 2 n − 1 {displaystyle M_{n}=2^{n}-1} . Así, por ejemplo, el 7 sí lo es, pero no el 13. Fueron descubiertos por Marin Mersenne, un monje y matemático francés del siglo XVII.
Hasta la fecha solo se conocían 49 números de Mersenne. M77232917 hace, por tanto, el número (valga la redundancia) cincuenta.
En 2018 habrá hasta el triple de terremotos de gran magnitud, según expertos
Si vives en una zona con mucha actividad sísmica, deberías prepararte para un 2018 bastante crítico. Según un grupo de científicos, este año podríamos sufrir hasta el triple de terremotos de gran magnitud que en 2017. Esta circunstancia tiene que ver con la ralentización de la rotación de la Tierra.
Según los expertos de la Universidad de Colorado que han estudiado la relación entre la rotación del planeta y los terremotos, esta existe y se hace cada vez más presente. Desde 2011 vivimos un período de actividad sísmica particularmente intenso que irá a más, con un repunte importante este mismo año.
En el peor de los casos, pasaremos de seis terremotos de magnitud 7 en la Escala de Richter a 20 en 2018, un problema particularmente grave en zonas deprimidas y muy dadas a sufrir seísmos de gran magnitud.
Según el estudio, la cantidad de sismos particularmente intensos ha aumentado entre un 25 y un 30% en el último siglo, aunque es ahora cuando llega la hora de la verdad. De ahí la importancia de predecir cuándo van a ocurrir y dónde para estar preparados y salvar todas las vidas humanas que sea posible.