El astronauta Bruce McCandless, la primera persona que voló por el espacio sin ataduras y cuya fotografía flotando en el espacio asombró al mundo en 1984, falleció a los 80 años de edad, informó este sábado la NASA.
La fotografía de Bruce McCandless flotando en el espacio, con la Tierra detrás de él, es una de las más recordadas en la historia. Fue capturada el 17 de febrero de 1984 en el instante en que él, con su traje espacial de la Nasa, estrenaba la primera mochila propulsora que se utilizó en el universo exterior. Desde entonces es común que los astronautas las usen para reparar partes de sus trasbordadores, como lo hizo ese día el norteamericano, que falleció el pasado viernes 22 de diciembre.
Más allá de la imagen, aunque pocos lo saben, él mismo había diseñado esa mochila. Había pasado gran parte de su carrera planeando ese momento, en el que flotara en el espacio. Porque era un hecho sumamente peligroso en el mundo aeroespacial, en el que, en ese entonces, andaban colgando de cables. Por eso ese día sus compañeros de la misión STS-41-B, la cuarta del transbordador Challenger, lo retrataron.
Después de 33 años y en medio de los adioses al astronauta norteamericano, el director de la NASA, Robert Lightfoot, recordó en la página de la agencia estadounidense que Bruce "siempre será recordado por esta icónica foto". Ese detalle de no usar ningún cable marcó la historia. Después de la prueba de McCandless, las mochilas de autopropulsión se convirtieron en una pieza fundamental del equipaje aeroespacial. Su éxito está en la libertad que le da a los profesionales para reparar las pequeñas averías de sus naves.
Con sus 80 años, el antiguo marino y luego astronauta, había completado una carrera excepcional. Su paso por el Apolo 14 como parte de la tripulación de soporte y luego como piloto sustituto de la misión Skylab, la primera de los Estados Unidos, nunca había salido realmente de la atmosfera por quedarse en la banca. Solo fue hasta el transbordador shuttle que pudo salir al espacio, donde completó un total de 312 horas a lo largo de su vida.