Hay quienes abominan de los gimnasios como espacios públicos y, por extensión, de cualquier ejercicio físico. No comprenden esa sensación de euforia o placer que dicen muchos sentir tras el esfuerzo.
La razón de esta división de opiniones podría subyacer a nuestros genes.
Alergia al deporte
Es lo que se sugiere en un estudio del Centro Médico de la Universidad Libre de Ámsterdam (Holanda) en el que participaron 115 parejas de gemelos y 111 de mellizos.
Hasta un 37% de las diferencias en la experiencia subjetiva del ejercicio, según los resultados, se debían al ADN. Según explica Nienke Schutte, autora principal del estudio:
Ahora que sabemos que el modo en que uno se siente durante y después del ejercicio es hereditario, podemos buscar los genes que están implicados.
En contexto
Por otro lado, un estudio científico reveló que por diferentes factores, incluso genéticos, las mujeres tienen mejor resistencia al dolor.
Por lo general se tiene la creencia de que las mujeres son menos fuertes o resistentes que los hombres, sin embargo, el umbral del dolor es subjetivo y depende mayormente de la capacidad mental para su resistencia.
"Más allá del mito de resistencia al dolor de uno u otro sexo, creo que las pocas verdades objetivas se podrían resumir en que las mujeres tienen más dolor pélvico, quizás en relación, entre otras cosas, a los problemas de los embarazos y partos; tienen dolor asociado a la menstruación", explicó el doctor Alfonso Carregal en entrevista a Infosalus.
De esta perspectiva, las mujeres desarrollan una mejor capacidad para manejar el dolor y se han discutido diferentes factores, tales como factores genéticos, a la incidencia al dolor desde temprana edad, al control mental o simplemente sobre el control del umbral de dolor, en comparación con los hombres.