Los astrofísicos son conscientes de que la Tierra es "golpeada" con frecuencia por rayos cósmicos procedentes de las profundidades del universo. De entre toda esa materia, existe un grupo de partículas, llamadas positrones, que son, por así decirlo, la versión opuesta de los electrones.
Los positrones constituyen un pequeño porcentaje de los rayos cósmicos que llegan a la Tierra, y nadie está completamente seguro de dónde o cómo se fabrican.
La hipótesis más extendida entre los astrónomos es que la Tierra está plagada de estos "antielectrones" debido a un tipo de estrella masiva, el púlsar. Pero existe un hecho que intriga a los científicos: hay más de estas partículas de las que debería.
Un estudio concluye que la cantidad de positrones que llegan a Tierra es muchos más elevada de lo que debería, y su origen no puede deberse a los púlsares.
Los púlsares son estrellas de neutrones que canalizan partículas cargadas en un haz con sus campos magnéticos súper fuertes. Cuando estas giran, actúan como un acelerador de partículas gigante, rompiendo partículas y produciendo nueva materia a partir de la energía.
En este proceso, surgen partículas, como los electrones, y sus "gemelos" de antimateria, los positrones.
En 2008 una sonda en la órbita de la Tierra llamada PAMELA detectó más positrones de alta energía llegando a nuestro 'vecindario cósmico del cosmos de lo que esperábamos.
Ahora, un gran equipo de investigadores internacionales ha analizado las mediciones recientes del Observatorio High-Altitude Water Cherenkov (HAWC) en México para comprobar la hipótesis de que la antimateria excedente podría haber sido azotada por los púlsares.
Si bien los investigadores descubrieron que los púlsares eran responsables de algunos de los positrones de energía extra alta, la cifra era aún muy pequeña para explicarlos todos.
"Los detectores en el observatorio HAWC registran la radiación gamma emitida por una cierta población de electrones producidos por púlsares y acelerados por ellos a enormes energías", según el físico Francisco Salesa Greus de la Academia Polaca de Ciencias en Cracovia.
No obstante, no hay suficientes electrones con los que los púlsares interactúan para productir tal cantidad de positrones. Por tanto, los positrones deben proceder de alguna otra fuente, aún desconocida.
La materia oscura, una posible explicación
"Dado que la participación de púlsares cercanos en la generación de positrones de alta energía que nos llegan es tan modesta, otras explicaciones son cada vez más probables", según la investigadora del Instituto de Física Nuclear de la Academia Polaca de Ciencias, Sabrina Casanova.
Una de estas explicaciones puede que estos positrones provengan de la materia oscura. Una idea tentadora, dado que nos proporcionaría una vía para empezar a comprender la materia oscura, que constituye la cuarta parte de la masa del Universo.
La materia oscura y el origen de los positrones ultrarrápidos sigue siendo un misterio.
Por ahora, solo podemos esperar y seguir observando.