Londres, 21 nov (EFE).- La acumulación de gases raros en una zona de la atmósfera de Titán, la mayor luna de Saturno, pudo desencadenar la formación de un vórtice polar que fue detectado por la sonda Cassini en 2012, según un trabajo que publica hoy la revista Nature Communications.
Investigadores de la Universidad de Bristol, en el Reino Unido, recuperaron los datos recogidos por la nave de la misión conjunta de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA, en inglés) para estudiar una zona cálida del polo sur del satélite que había sufrido un enfriamiento repentino.
Ese fenómeno, que los modelos atmosféricos no habían previsto, provocó la formación de un vasto ciclón que se mantuvo activo durante varios años, un desarrollo meteorológico que los científicos solo han observado hasta ahora en Titán.
Nicholas Teanby y su grupo identificaron que en 2009, tras el equinoccio de primavera en el hemisferio norte, comenzó a enfriarse la región sur del satélite de Saturno, donde un año dura aproximadamente 29 años terrestres.
Entre 2010 y 2011, surgió un punto caliente en esa zona invernal en el que, al mismo tiempo, se fueron acumulando gases raros, elementos químicos que representan una porción menor al 1 % de la atmósfera.
Cuando el volumen de esos gases superó cierto umbral, en 2012, se produjo un descenso súbito de la temperatura, un cambio brusco que desató el inesperado vórtice polar.
Esa gran tormenta se mantuvo estable durante cerca de tres años, si bien las últimas observaciones de Cassini, antes de que la sonda terminara su misión al hundirse en la atmósfera de Saturno, el pasado septiembre, indican que la zona volvió a calentarse a partir de 2015.