Se ha publicado la imagen del primer objeto interestelar jamás observado en nuestro Sistema Solar, que tiene alrededor de 400 metros de diámetro y se mueve con rapidez.
Ese cuerpo celeste, denominado A/2017 U1, fue avistado el pasado 19 de octubre por el telescopio Pan-STARRS 1, situado en el volcán de Haleakala (Hawái, Estados Unidos).
Un equipo internacional liderado por investigadores de la Universidad de la Reina de Belfast (Irlanda del Norte, Reino Unido) estudian su composición química.
Hasta el momento, los especialistas poseen opiniones diferentes: algunos consideran que se trata de un asteroide, mientras que otros aseguran que es un cometa.
Aunque A/2017 U1 pasó cerca del Sol el mes pasado y está camino de abandonar nuestro Sistema Solar, los expertos estiman "maravilloso y emocionante" analizar su trayetoria.
Ese objeto comenzó a recorrer nuestra hace millones o miles de millones años y podría haber sido expulsado de otro sistema solar durante la formación de un planeta.
We spy with our celestial eye… A comet? An asteroid? Astronomers ponder a recent visit from beyond the solar system: https://t.co/tynMwSNz4i pic.twitter.com/6N2A1GH6vL
— NASA (@NASA) October 26, 2017
En contexto
Un equipo internacional de investigadores ha descubierto que Júpiter, el mayor planeta del Sistema Solar, también tiene auroras australes (sur) y que, contra todo pronóstico, actúan independientemente de las del norte (boreales), según un estudio que publica hoy Nature Astronomy.
Las auroras son fenómenos planetarios que tienen lugar cuando el viento de partículas energéticas de una estrella choca con el campo magnético de un planeta (magnetosfera).
"En el caso de Júpiter, que tiene un poderoso campo magnético, actúa como un imán gigantesco que alberga intensas auroras, pero hasta ahora estos fenómenos sólo se habían observado con rayos X en el polo norte del planeta", explicó a Efe Raquel Caro-Carretero, de la española Universidad Pontifica de Comillas, que participó en el estudio.