En algún momento de los próximos cien años nuestro planeta se verá afectado por una potente llamarada solar que causará la interrupción de los sistemas de energía en todo el mundo, dañará los satélites y afectará al funcionamiento de Internet, informa 'New Scientist'. El desastre tecnológico también podría traducirse en numerosas bajas humanas.
El lúgubre pronóstico ha sido formulado por los científicos Loeb y Manasvi Lingam, de la Universidad de Harvard, que han analizado los datos de estrellas similares al Sol para calcular las probabilidades de las así llamadas superllamaradas solares, que se registran en astros como el nuestro cada 20 millones de años y pueden destruir la capa de ozono sobre la Tierra, causar mutaciones en el ADN y perturbar los ecosistemas.
Según los investigadores, a corto plazo nos espera una superllamarada de menos intensidad y un riesgo algo inferior al de la arriba descrita. Este fenómeno será parecido a la tormenta del año 1859, conocida como evento Carrington. Aquel año una poderosa tormenta solar envió enormes destellos hacia la Tierra, cusando fallos en los servicios de telégrafo en Europa y América del Norte.
La llamarada solar que nos espera este siglo, según los investigadores de Harvard, tendrá un efecto mucho más dramático, debido al avance de tecnológico experimentado por la humanidad desde 1859. La superllamarada podría interrumpir todas las redes eléctricas, junto con Internet y los sistemas de refrigeración de los reactores nucleares, así como dañar satélites. En el peor de los escenarios la fulguración incluso puede dañar la capa de ozono, así lo informa el portal web RT.
En contexto
Por otro lado, crono, también llamado Kronos, es un personaje de la mitología griega, un Titán que devoraba a sus propios hijos. Posteriormente los romanos readaptarían el mito personalizándolo en Saturno. Pero todo esto viene a cuento porque Kronos ha sido el nombre elegido por un equipo de astrónomos de Prineton para bautizar a una nueva estrella que se caracteriza por ser una devoradora de planetas.