Un equipo internacional de astrónomos ha captado en una imagen una peculiar formación espacial que se asemeja a un enorme ojo cósmico. Los restos de una estrella —que está en proceso de convertirse en una enana blanca— dan la impresión de ser su pupila.
Según detalla el sitio web del Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés), se trata de la nebulosa planetaria NGC 7009, que se conoce como nebulosa Saturno por su semejanza con el planeta de los anillos.
La nebulosa se encuentra a unos 5.000 años luz de la Tierra, en la constelación de Acuario. En la instantánea la formación presenta una serie de burbujas de forma irregular, iluminada en tonos azules y rosas.
La NGC 7009 fue en un principio una estrella con baja masa. Al final de su vida se convirtió en gigante roja y comenzó a liberar la materia de sus capas más externas que —bajo la influencia de fuertes vientos estelares y la radiación ultravioleta— creó la nebulosa.
En esta imagen se cartografía por primera vez el polvo que hay dentro de una nebulosa planetaria. Esto ha sido posible gracias al instrumento MUSE, instalado en el telescopio VLT (Very Large Telescope) del observatorio de Paranal, en Chile. MUSE ayuda a recoger información sobre el espectro (es decir gama de colores) de la luz del objeto en cada punto de la imagen.
El mapeo de las estructuras del gas y el polvo en las nebulosas planetarias servirá para entender su papel en la vida y la muerte de las estrellas de masa baja. Además, ayudará a los científicos a revelar el misterio de cómo las nebulosas planetarias adquieren esas peculiares y complejas formas, así lo informa el portal web RT.