El químico Alexander Boldyrev de la Universidad Estatal de Utah, junto con Iliya Getmanskii, Vitaliy Koval, Rusian Minyaev y Vladimir Minkin de la Universidad Federal del Sur en Rostov-on Don, en Rusia, han modelado, aún desde un ordenador, una reestructura del aluminio que lo tornaría tan ligero que incluso podría flotar en el agua.
Los cálculos del equipo confirmaron que esta estructura es una forma nueva, metaestable y ligera de aluminio cristal.
Nuevo material
El nuevo material tiene una densidad de sólo 0,61 gramos por centímetro cúbico, en contraste con la densidad del aluminio convencional de 2,7 gramos por centímetro cúbico. Según explica Boldyrev a propósito de su desarrollo:
Según Xataka Ciencia, empezaron con una rejilla cristalina conocida, en este caso, un diamante, y sustituyeron cada átomo de carbono con un tetraedro de aluminio. Eso significa que la nueva forma cristalizada flotará en el agua, que tiene una densidad de un gramo por centímetro cúbico. Los vuelos espaciales, la medicina, el cableado y piezas de automoción más ligeras y más eficientes en el consumo de combustible son algunas aplicaciones que vienen a la mente.
En contexto
Por otro lado, científicos de centros españoles y alemanes han conseguido cronometrar con "extrema precisión" la emisión de electrones y explicar "por qué los más rápidos llegan los últimos".
Las conclusiones de este trabajo científico, que acaban de publicarse en la prestigiosa revista Science, permitirán a los expertos adentrarse "un poco más en la compresión de una nueva frontera de la física" conocida como "el reino del attosegundo", una unidad de medida que equivale a "la trillonésima parte de un segundo".
Así lo señalan en un comunicado el Donostia International Physics Center (DIPC) y la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), que para explicar el alcance del descubrimiento piden a los profanos que se imaginen una carrera de 100 metros en la que participa Usain Bolt, el hombre más rápido de la historia, "en plena forma".