Londres, 20 sep (EFE).- Un estudio divulgado en el último número de la revista Nature vincula la edad parental, especialmente la del padre, con una mayor incidencia de nuevas mutaciones genéticas en los hijos.
La investigación, realizada por expertos islandeses del centro deCODE genetics, en Reikiavik, también recoge la mayor fuente de datos de nuevas mutaciones humanas (llamadas DNMs, cambios en los genes que se presentan por primera vez en una familia, ocasionados por una mutación en el óvulo o esperma de uno de los padres).
El artículo recuerda que comprender los procesos de mutación que producen diversidad en la secuencia del genoma humano es un asunto de la mayor importancia para la genética médica y los estudios evolutivos.
El responsable del estudio, Daniel Dudbjartsson y un grupo de colegas llevaron a cabo análisis de secuencias de genoma de 14.6887 islandeses, entre ellos 1.548 individuos y sus padres y, por cada 225 de esas personas, al menos uno de sus hijos, para poder entender cómo la edad y el sexo de los progenitores podría ocasionar alteraciones en los DNMs.
Los autores de la investigación identificaron 108.778 mutaciones humanas de "alta calidad", con una media de 70,3 DNMs por familia.
La indagación reveló que el número de DNMs de las madres aumentó en un 0,37 por cada año de edad, lo que representa una cuarta parte del 1,51 del incremento por año de los padres.
En contexto
Por otro lado, desde hace décadas los científicos tienen claro que ciertos genes responsables de las funciones reproductivas se convierten con el paso de los años en uno de los factores causantes del envejecimiento de nuestro organismo. Un reciente estudio de expertos de la Universidad de Maguncia (Alemania) ha logrado identificar algunos de estos genes y la manera de alterar su funcionamiento para detener el envejecimiento de los animales examinados.