Los expertos explicaron que se produjo el equivalente a un sismo en el astro, con liberaciones súbitas de radiación y fuertes eyecciones de masa coronal. Eso perturbó las comunicaciones de alta y baja frecuencia en nuestro planeta
Una región activa del sol está registrando tormentas solares de gran intensidad que han afectado al campo magnético de la Tierra y han generado distorsiones en la señal de GPS y en las comunicaciones de radio europeas y estadounidenses, según informó este martes el Servicio Nacional español de Meteorología Espacial.
El Senmes considera que estas tormentas solares mantienen en alerta a los servicios de meteorología espacial de todo el mundo, aunque de momento no han producido “males mayores”.
A su vez, la NASA reportó que una de las erupciones, producida el miércoles, fue la más intensa registrada desde el inicio de este ciclo de actividad solar en diciembre de 2008, que se estima que durará hasta 2019.
(La NASA publicó en un video las tormentas captadas por el Observatorio de Dinámicas Solares en los últimos días)
Hasta el momento, se han detectado fulguraciones importantes (liberación súbita de radiación electromagnética) y fuertes eyecciones de masa coronal (onda hecha de radiación y viento solar que se desprende del Sol).
Según el Centro de Predicción de Meteorología Espacial (SWPC), estas erupciones llamadas de “categoría X” perturbaron las comunicaciones de radio de alta frecuencia durante una hora del lado de la Tierra frente al Sol y también las comunicaciones de baja frecuencia utilizadas en la navegación.
La primera fulguración tuvo lugar el pasado 4 de septiembre, cuando se registró una erupción “lenta y que no provocó males mayores, aunque se observaron perturbaciones magnéticas en suelo español durante la noche del 6 al 7 de septiembre”, explica en el comunicado Consuelo Cid, experta del Senmes.
Sin embargo, el 6 de septiembre, poco antes de las 12:00 horas GMT, se produjo una fulguración que ha sido “la más intensa de los últimos 10 años”, y que emitió partículas de alta energía.
“Digamos que en el Sol se produjo el equivalente a un terremoto, con una onda expansiva importante, pero no pudimos ver las primeras imágenes de un coronógrafo hasta las 15 GMT. Había una eyección de masa coronal muy rápida, a bastante más de 1.000 km/segundo y teníamos claro que llegaba a Tierra”, detalló Cid.
Desde ese día, el astro ha seguido explotando, lanzando fulguraciones, emitiendo una gran cantidad de luz que ha generado problemas en la emisión de radio y provocado distorsiones también en GPS en la zona europea y en los Estados Unidos, lo que se ha sumado a los efectos del huracán Irma, explicó el organismo en la nota.
Y aunque esta zona parecía en calma, el domingo 10 de septiembre a las 15:35 hora GMT, se observó una última erupción del sol casi como la del día 6. Habrá que esperar en torno a dos semanas para comprobar si la región del sol alterada en los últimos días sigue activa a nivel magnético.
Las tormentas solares son el resultado de una acumulación de energía magnética en algunos lugares. Estos chorros de materia ionizada se proyectan a gran velocidad en la corona del Sol y más allá, hasta cientos de miles de kilómetros de altitud, así lo informa La Tribuna.