Un laboratorio magnético estadounidense ha logrado crear el imán más potente que existe, consiguiendo así un récord mundial. Se trata de un imán resistivo de 41,14 teslas, lo que se traduce en hasta 20 veces la potencia de las máquinas que se usan para crear imágenes médicas, como las resonancias magnéticas.
El imán ha sido creado por el Laboratorio National MagLab y se encuentra en la Universidad Estatal de Florida. Sus responsables tardaron poco más de dos años y medio en fabricarlo, y tuvo un costo de unos 3,5 millones de dólares.
El National MagLab contó con el récord mundial del imán más potente por 19 años, hasta que fueron superados por un laboratorio en China con su imán de 38,5 teslas recientemente. Fu entonces cuando Greg Boebinger, director del MagLab, pidió a sus ingenieros:
“Vayan y hagan uno más grande, usen más potencia y suban el volumen hasta 11 para ver qué sucede”.
El resultado es un imán resistivo de 41,4 teslas, el más potente de su tipo. Esta clase de imanes se utiliza para investigación. Los imanes híbridos, en cambio, combinan elementos resistivos y superconductores y pueden ser aún más potentes, el problema es que solo pueden mantener esa potencia durante una fracción de segundo, mientras que los resistivos pueden mantenerla de forma continua, así lo informa el portal web Gizmodo.
En contexto
Un grupo de investigadores del Salk Institute, liderados por Martin Hetzer, se han centrado en los mecanismos responsables del trastorno de envejecimiento prematuro Hutchinson-Gilford, progeria, y han descubierto que una proteína vinculada a esta dolencia podría ayudar a las personas sanas, así como los enfermos de progeria, a vivir más tiempo.
El síndrome de Hutchinson-Gilford es una enfermedad genética muy rara que causa que quienes la padecen envejezcan de 8 a 10 veces más rápido, lo que culmina en una muerte prematura.