Un pequeño delfín prehistórico que vivió hace 30 millones de años ha sido denonimado Inermorostrum xenops por los investigadores que hallaron su cráneo en Carolina del Sur, informa la revista de la Real Sociedad de Londres para el Avance de la Ciencia Natural.
Según la investigación, estos delfines, que apenas medían entre 1,2 y 1,5 metros, tenían el hocico corto, así como los labios amplios y, probablemente, vibrátiles. Robert W. Boessenecker, autor de la investigación, indica que estos animales se alimentaban, principalmente, de peces y calamares, informa Science Daily.
El análisis filogenético de los fósiles permite situar al Inermorostrum xenopsen la familia de los cetáceos odontocetos Xenorophidae, que se caracterizaban por presentar hocicos largos y más de una morfología dental. El más antiguo del grupo es, precisamente, el Inermorostrum xenops, a partir del cual se puede estudiar cómo evolucionó el modelo alimenticio de estos animales a partir del análisis macroevolutivo del hocico.
Según RT, este descubrimiento vuele a confirmar que la costa de Carolina del Sur es una fuente única de conocimientos para estudiar la evolución de cetáceos.
Actualmente se puede ver a Inermorostrum xenops en el Museo de Historia Natural en la Universidad de Charleston.
En contexto
Por otro lado, la especie fue nombrada científicamente Xibalbaonyx oviceps, en alusión al inframundo maya identificado en las cuevas (Xibalba), a sus garras (onyx, en griego) y a la forma de su cráneo, similar a la de un huevo (ovum en latín).
Fue descubierto en 2010 por el explorador de cuevas Vicente Fito en el cenote Zapote, municipio de Puerto Morelos, en el área conocida como la Ruta de los Cenotes.
El cráneo y la mandíbula, así como nueve vértebras, tres huesos largos, tres costillas y siete garras, fueron sacados en 2014 como parte de un rescate dirigido por la arqueóloga subacuática Carmen Rojas Sandoval, investigadora del Centro INAH-Quintana Roo.