La NASA acaba de dar un paso más cerca hacia su nave espacial más ambiciosa: una que pueda llevar humanos a la Luna, a Marte y tal vez, más allá.
Su nombre es Orión. Lockheed Martin, compañía contratista de la NASA para el proyecto, dijo que la más reciente versión de la embarcación fue encendida por primera vez este martes en la mañana, iniciando el complicado sistema de cómputo a bordo que algún día ayudará a guiar a Orión a través del espacio.
“Este es el cerebro y el corazón de la aeronave”, dijo el portavoz de Lockheed Gary Napier quien agregó que el encendido inaugural estuvo “muy bien”.
Durante los próximos dos meses la NASA agregará incluso más sistemas de computadores y continuará probará su hardware y software, le dijo Napier a CNNMoney.
Es un hito importante para Orión, un proyecto en que la NASA ha estado trabajando desde que el programa de transbordador espacial fue retirado en 2011.
Según CNN, la esperanza es que un día la nave espacial sea lanzada en el Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS por sus siglas en inglés), un cohete verdaderamente grande que también está bajo desarrollo de la NASA junto a un puñado de contratistas del sector privado.
Cuando esté en marcha, el SLS podría ser el cohete más poderoso que jamás se haya construido. El récord actual lo tiene el cohete Saturn V de la NASA, que fue usada en las misiones Apollo de la NASA, incluyendo el aterrizaje a la Luna en 1969 y fue retirado hace mucho tiempo.
Orión y el SLS son vistos como el nuevo siguiente gran paso de la NASA.
Orión tiene una fecha tentativa de volar en el SLS en un vuelo de prueba no tripulado alrededor de la luna en 2019.
“Aunque los astronautas no viajarán en esta cápsula durante este vuelo, gran parte de la tecnología tiene el mismo diseño del que dependerán los astronautas durante las siguientes misiones con Orión al Sistema Solar”, agregó Lockheed en el comunicado.
No está claro cuándo ser que los humanos puedan abordar la nave Orión. La NASA originalmente programó la primera misión tripulada para algún momento de 2021, pero desde entonces la fecha ha sido cambiada y la NASA aún no ha fijado una nueva.
Los críticos dicen que el desarrollo del SLS y de Orión han sido muy lentos y caros, particularmente de cara al rápido desarrollo de la industria espacial comercial de Estados Unidos.