En casi todas las culturas, cuando una pareja se casa, después va de “Luna de miel”. Esta frase tan usada en distintos países todavía se mantiene con el mismo vigor con el que seguramente, la usaron nuestros abuelos en su momento.
En general, todas las raíces etimológicas de esta locución coinciden con que la palabra “Luna” se usa para hablar del primer mes después de la boda. Esta es la razón por la cual, decimos “Luna de miel”:
Ya desde la antigua Babilonia, el padre de la novia regalaba al novio cerveza de miel o hidromiel para consumir durante el primer mes de matrimonio. Adicionalmente, los faraones egipcios tomaban miel durante 28 días después de la boda, con la esperanza de conseguir la felicidad conyugal.
En el Imperio Romano por otro lado, la madre de la novia dejaba una vasija de leche con miel en la alcoba de los novios todas las noches durante un mes. Y así fue transmitiéndose la idea de mantener la miel durante el primer mes de matrimonio en distintas culturas, así lo informa el portal web La Tribuna.
Por supuesto, en la actualidad hay quienes dicen que “Luna de miel” en realidad proviene de un proverbio árabe que dice: “en el matrimonio la primera luna es de miel y las siguientes son de hiel”.
En contexto
Por otro lado, los padres tienen una gran responsabilidad desde el momento en que nace su hijo y sin una guía en la que pudiera estar escrito lo que se debe hacer con cada uno de los retoños, es muy difícil serlo y si bien no todas tácticas funcionan para todos, existen cosas que NO DEBES HACER COMO PADRE SI ES QUE QUIERES TENER HIJOS TRINUNFADORES.
El padre, su amigo:
Es importante que padre e hijo lleven una relación cordial, en ocasiones de complicidad, de confidente y consejero, pero ya a una edad adulta.
