Acudir en solitario a un restaurante cada vez está menos mal visto (y, además, con nuestro smartphone en ristre estamos conectados con muchas personas mientras comemos). Sin embargo, comer a solas en general, en el ámbito del hogar, no es recomendable.
Al menos existe una correlación que indica que comer solo y vivir solo, al menos en varones, se asocia a una mayor prevalencia de problemas de peso, tanto de obesidad como de delgadez extrema. También existe un déficit de fruta y verdura.
Comer solo
Aunque suene a perogrullo, las personas que comen solas también se suelen sentir más solas. Según un estudio que el Gobierno británico llevó a cabo en 2013, las personas que viven solas también tiran a la basura un 40% más de comida que quienes viven acompañados.
Y en el caso de los ancianos, comer solo es todavía peor, como señala Charles Spece en su libro Gastrofísica:
Muchas personas mayores ingresadas durante largos períodos de tiempo en hospitales o en residencias también sufren de malnutrición, que con frecuencia empeora al verse obligados a comer solos. Cualquier cosa que pueda devolver el elemento social a la hora de la comida podría ayudar a mejorar el estado nutricional de personas vulnerables, así lo informa el portal web Xataka Ciencia.
En contexto
Por otro lado, Un estudio realizado en 2007 por especialistas del Harvard Medical School, en Boston, y cuyos resultados se publicaron en The New England Journal of Medicine, analizó un total de 52 incidentes acaecidos en playas de Estados Unidos y Australia, en los que otras tantas personas quedaron sepultadas bajo la arena mientras excavaban un hoyo.
La mayoría de las víctimas fueron niños de entre seis y doce años de edad, 31 de los cuales fallecieron asfixiados. Afortunadamente, el resto pudieron ser rescatados con vida.