Gracias al instrumento HARPS , del Observatorio Europeo Austral, ESO, instalado en La Silla, Chile y a otros telescopios ubicados en diferentes sitios del mundo (como Australia o España), un equipo internacional de astrónomos ha descubierto una “supertierra” en la zona habitable de la estrella LHS 1140, una enana roja.
De acuerdo con el comunicado de la ESO “podría ser el mejor candidato para la búsqueda de señales de vida”. El exoplaneta, denominado LHS 1140b es 1,4 veces más grande y 7 veces más masivo que la Tierra y es probable que haya conservado la mayor parte de su atmósfera. Esto, junto con el hecho de que su órbita pasa por delante de su estrella, lo convierte en uno de los futuros objetivos más interesantes para desarrollar estudios atmosféricos. Los resultados serán publicados en la revista Nature.
Esta supertierra orbita en la zona habitable de LHS 1140, en la constelación de Cetus (el monstruo marino) y pese a estar diez veces más cerca de su estrella que la Tierra del Sol, sólo recibe alrededor de la mitad de luz .
"Es el exoplaneta más interesante que he visto en la última década, afirma en un comunicado el autor principal, Jason Dittmann. Es el objetivo perfecto para llevar a cabo una de las misiones más grandes de la ciencia: buscar evidencias de vida más allá de la Tierra".
El gran tamaño del planeta implica que, hace millones de años, podría haber existido un océano de magma en su superficie.
Este océano hirviente de lava podría haber proporcionado vapor a la atmósfera mucho después de que la estrella hubiese reducido su energía, reponiendo así el agua que podría haberse perdido por la acción de la estrella en su fase más activa.
Según Quo, en el futuro, cuando entren en funcionando nuevos telescopios como el Extremely Large Telescope (ELT), es probable que seamos capaces de hacer observaciones detalladas de las atmósferas de exoplanetas y LHS 1140b es un candidato excepcional para este tipo de estudios.