Millones de personas podría verse beneficiadas del último estudio llevado a cabo por un equipo de investigadores de la Universidad de Manchester.
Este grupo ha conseguido filtrar el agua salada con el empleo de grafeno, consiguiendo así agua perfectamente notable mediante un procedimiento casi tres veces más rápido que los métodos actuales de desalinización que se dice pronto. El filtro empleado en cuestión está fabricado con óxido de grafeno, un estado oxidado del material más fácil y barato de producir en grandes cantidades que la citada sustancia.
El doctor Ragul Nair explica que con la propuesta de su equipo se pueden construir filtros de óxido de grafeno vertiendo simplemente la solución sobre un material de tipo poroso. Hay que tener en cuenta, eso sí, que las membranas de óxido de grafeno se hinchan cuando se sumergen en agua, ampliando sus poros y permitiendo que las sales pasen a través de ellos. Como eso es precisamente lo que se quiere evitar aquí, los investigadores usaron además en su proyecto recubrimiento de resina epoxi, que ayuda a que los poros sean más pequeños: lo suficiente para que las sales no pasen, pero sí para que lo hagan las moléculas de agua, quedando así el agua desalinizada.
Engadget indica que si esta solución se populariza, dentro de unos años podríamos estar hablando de la existencia de filtros de grafeno que podrían ayudar a cambiar la vida de muchas personas alrededor del mundo para las que el acceso a algo tan básico como el agua potable es casi un imposible. Antes de esto el equipo de investigación aclara que necesita seguir haciendo pruebas para comprobar que los filtros son duraderos y tienen aplicación a largo plazo. "El objetivo final", apunta Nair, "es crear un dispositivo de filtración que producirá agua potable de agua de mar o aguas residuales con un mínimo de energía".