Ayer volvió a tomar vuelo el superglobo de la NASA, conocido como Super Pressure Balloon, en Wanaka, Nueva Zelanda. El día presentó condiciones perfectas para su lanzamiento: poco viento, sol y clima cálido en el comienzo del recorrido que trazará a través del hemisferio sur y que tendrá a Argentina como uno de sus posibles destinos.
El 17 de mayo del año pasado, la agencia espacial lanzó el globo a los cielos también desde territorio neozelandés y estableció un récord histórico para un vehículo de estas condiciones con 46 días, 20 horas y 19 minutos. Finalmente, aterrizó el 2 de julio en Camaná, Perú.
"Estamos muy satisfechos con el tiempo de vuelo que hemos logrado. Es, con mucho, el vuelo más prolongado alrededor del mundo en latitudes medias de un globo de carga pesada de la NASA hasta la fecha", dijo, en ese momento, Debbie Fairbrother, responsable de la Oficina de Programa de Globos de la NASA.
Después de ese hito histórico, la NASA apostó por más. "Vamos a seguir trabajando para lograr vuelos de 100 días o más y lo que hemos aprendido con el trabajo de este año nos ayudará a llegar allí", enfatizó Fairbrother.
Los globos de superpresión tienen la capacidad de sostener una altitud estable durante largos períodos de tiempo. A diferencia de otros globos aerostáticos, compuestos de materiales más flexibles, su volumen se mantiene relativamente constante frente a cambios en la temperatura del gas de elevación. Tales vehículos requieren de materiales mucho más fuertes que resistan las inclemencias, así lo indica Infobae.
Al momento del lanzamiento, los vientos deben ser ligeros y fluidos. Se debe producir un fenómeno meteorológico denominado como ciclón de invierno estratosférico, caracterizado por vientos que viajan hacia el este alrededor de la Antártida. Tales condiciones se presentaron y el superglobo ya recorre el hemisferio sur con la espera de su arribo a Sudamérica y, especialmente, en Argentina.