La Tierra puede haberse enfriado hasta 1000 ºC desde su formación hace 4.500 millones de años, así que debe de haber alguna fuente de energía extra que alimenta el campo magnético de nuestro planeta.
Según un nuevo estudio, en el núcleo de la Tierra, que consiste principalmente en una enorme bola de metal líquido situada a 3.000 kilómetros bajo su superficie, se forman cristales de cuarzo.
El misterio del núcleo
El núcleo es principalmente hierro y algo de níquel, pero también contiene alrededor del 10 por ciento de aleaciones ligeras, como silicio, oxígeno, azufre, carbono, hidrógeno y otros compuestos. Sin embargo, se ignora la proporción de cada elemento de las aleaciones.
Para averiguarlo, se trataron de recrear las condiciones del núcleo terrestre en un laboratorio. Para ello, se emplearon diamantes cortados con precisión para apretar pequeñas muestras de polvo a las mismas presiones que existen en el núcleo de la tierra y las altas temperaturas en el interior de la tierra se crearon mediante el calentamiento de muestras con un rayo láser.
Tras probar varias combinaciones de aleaciones, tras examinarse una de las muestras bajo un microscopio electrónico, se halló pequeñas cantidades de silicio y oxígeno en la muestra inicial para formar cristales de dióxido de silicio, la misma composición que el mineral cuarzo encontrado en la superficie de la Tierra.
Según John Hernlund, del Instituto de Ciencias de la Vida en la Tierra (ELSI, por sus siglas en inglés) en el Instituto Tecnológico de Tokio (Tokyo Tech):
Este resultado fue importante para entender la energía y la evolución del núcleo. Estábamos emocionados porque nuestros cálculos mostraron que la cristalización de los cristales de dióxido de silicio del núcleo podría proporcionar una inmensa fuente de energía nueva para alimentar el campo magnético de la tierra.
Xataka Ciencia, plantea tambien que el núcleo de la tierra, aparentemente, es el responsable, pues, del campo magnético que la rodea. Como una herramienta para la navegación, ayuda a las abejas a encontrar su colmena, mientras que las tortugas marinas, aves y mariposas lo utilizan para migrar a largas distancias. El campo magnético también actúa como una barrera protectora entre nosotros y algunos de los peligros del espacio, protegiéndonos de la radiación del viento solar.