Tyson Fury se recuperó tras caer a la lona dos veces en el cuarto asalto y detuvo el sábado a Deontay Wilder para retener el título de WBC en la emocionante conclusión de una gran trilogía de combates de pesos pesados.
Fury (31-0-1, 22 KOs) derrotó a Wilder por segunda ocasión consecutiva en la trilogía, pero sólo tras una disputada pelea en la que los boxeadores fueron derribados cinco veces en total.
Wilder cayó en el tercer asalto y parecía estar al borde de la derrota, pero remontó de forma improbable y en los últimos minutos del cuarto asalto derribó a Fury en dos ocasiones.
Wilder (42-2-1) sufrió mucho y pareció físicamente agotado durante buena parte del duelo, aunque el veterano campeón mostró su resistencia y seguía lanzando potentes golpes pese a sus piernas cansadas.
Fury imparable
Fury volvió a derribar a Wilder con un derechazo a mitad del 10mo, pero Wilder aturdió a Fury en los últimos segundos.
El inglés puso fin a la pelea en el 11mo, cuando mandó a Wilder a la lona con la cara por delante tras un derechazo desde arriba. Fury trepó a las cuerdas en una agotada celebración ante un entusiasmado público de 15.820 personas en el T-Mobile Arena de Las Vegas.
El combate probablemente ponía fin a una de las rivalidades más memorables en la historia reciente del boxeo de pesos pesados. Una serie de tres combates es inusual en el fragmentado boxeo actual, pero Tyson y Wilder sacaron lo mejor de sí mismos en un triplete repartido durante tres años naturales.
Nota tomada de AP.