El combate entre Tyson Fury, de 35 años, y Oleksandr Usyk, 37 años, por la unificación de los cinturones mundiales en la categoría de pesos pesados, el sábado en Riad, representa un «plus», valoró el lunes el británico, que afirma «no tener nada que demostrar».
El combate estaba inicialmente programado el 17 de febrero en la capital de Arabia Saudita, pero tuvo que ser aplazado debido a una lesión sufrida en el ojo por Tyson Fury. Este último ostenta el título mundial CMB, mientras que Usyk tiene los cinturones AMB, FIB y OMB. El último peso pesado en haber unificado los títulos mundiales de las diferentes federaciones del boxeo fue el británico Lennox Lewis, en el año 2000.
«Podría exagerar fácilmente y decir ‘Oh dios mío, estoy loco de felicidad, es increíble, es algo con lo que siempre he soñado'», declaró el boxeador en Sky. «Pero no, no es el caso, nunca fue mi objetivo».
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«Mi sueño era estar con mi mujer, tener hijos y ser un buen padre. Ese ha sido siempre mi sueño», continuó. «¿Qué más se puede hacer? Tengo millones de dólares en el banco, una mujer maravillosa, muchos hijos, perros, coches bonitos, joyas, ropas… Recibo elogios, soy famoso, rico e inspiro a la gente», enumeró el ‘Gypsy King’.
El vencedor del combate del sábado será el primero en llevar el título de campeón del mundo de cuatro federaciones de boxeo diferentes (Lennow Lewis tan solo tenía tres), pero Fury valora haber cumplido ya su objetivo también en ese aspecto.
«Mi objetivo era ser campeón del mundo invicto de los pesos pesados y derrotar a Wladimir Klitschko. Todo lo demás, es un plus», aseguró. «Después de haber ganado a Klitschko (en 2015), ni siquiera quería seguir boxeando».
En aquel momento hizo una pausa de dos años. «Subí mi Everest, cumplí de golpe los dos grandes objetivos de mi vida: vencer a Klitschko y convertirme en campeón del mundo», continuó el británico.
«No tenía nada más que demostrar y me dije: ‘Si vuelvo, quiero acumular la mayor cantidad de dinero posible y disfrutar de cada instante’. Y es exactamente lo que he hecho», añadió.
«Convertirme en campeón del mundo indiscutido unificando los cinturones sería un plus y lo tomo sin problema. De la misma manera que tomaría un millón de dólares si me los dan», añadió Fury. «Pero no espero eso, nunca he esperado estar en esta posición».
Por otro lado, la tensión entre los dos clanes subió un escalón este lunes, en el hotel de Riad en el que estaban organizados encuentros ante la prensa.
Después de un incidente con un miembro del clan Usyk, el padre de Tyson Fury pareció haber propinado un cabezazo a otro hombre, según videos difundidos en redes sociales, antes de alejarse con la frente ensangrentada.
«Faltaron el respeto a mi hijo, el mejor peso pesado en haberse puesto nunca los guantes de boxeo», comentó después John Fury a Sky Sport.