Dicen que la pegada de Sergey Kovalev es demoledora. Vyacheslav Shabranskyy, su oponente el sábado, también es famoso por pegar duro.
Es por ello que muchos esperan que el ganador de la pelea pactada a 12 asaltos por el título de peso semicompleto de la OMB no se decida en las tarjetas en el Madison Square Garden.
Sin embargo, los expertos no están del todo seguros sobre lo que Kovalev ofrecerá. El ruso de 34 años perdió sus dos combates previos ante el ahora retirado Andre Ward, uno por decisión unánime y el otro al ser detenido en el octavo asalto. Fueron las primeras derrotas de su carrera, y Ward era entonces el demoledor.
"Toda en la vida es como una lección para mí", afirmó Kovalev. "Después de mis últimas tres peleas, algunos creían que yo debería meterme más de lleno en mi carrera en el boxeo. Pero justo ahora, pienso que todo lo malo ha salido de mi mente. Justo ahora estoy concentrado, y me centro en el futuro de mi carrera boxística. Estoy listo para volver a ser campeón mundial y recuperar mis cinturones, si alguien llegara a estar listo para unificar el título".
Un paso a la vez, lo que significa que primero deberá encarar al ucraniano Shabranskyy (19-1) cuyo historial no se acerca al de Kovalev. Si Ward no se hubiera retirado, este combate no habría sido por ningún título mundial.
Kovalev considera que el adiós de Ward es una "motivación extra" el sábado por la noche.
Shabranskyy, de 30 años, ganó sus últimas dos peleas luego de su única derrota, ante el cubano Sullivan Barrera en diciembre. Barrera también peleará en la función contra el dominicano Félix Valera.
Kovalev defendió ocho veces el campeonato de la OMB antes de perderlo con Ward, y también llegó a ostentar los títulos de la AMB y la FIB.
Pero esos descalabros con Ward han expuesto un aura de debilidad que Kovalev debe despejar. Además, si va a tener una oportunidad de unificar títulos, necesita primero salir victorioso el sábado en Nueva York.