No fue el combate impresionante que buscaba. Sin embargo, Danny Jacobs estaba feliz de regresar al cuadrilátero y de imponerse con facilidad a un sobrepasado Luis Arias el sábado.
En su regreso a la competición tras una destacada actuación en su derrota ante el campeón Gennady Golovkin en marzo, Jacobs dominó la desequilibrada pelea del peso medio y ganó con facilidad en las tarjetas de los jueces, aunque en varias ocasiones pareció frustrado por las tácticas de contención y el estilo poco ortodoxo de Arias. Buscando el nocaut en las últimas rondas, Jacobs castigó a Arias en el 10mo, 11mo y 12mo asalto, y logró un knockdown que se asemejó más a un resbalón en el 11mo.
“Quería impresionar a los aficionados y hacer una buena pelea”, señaló Jacobs. “Le hice daño pronto y una vez que supe que podía hacerle daño, me volví un poco más agresivo”.
Jacobs, excampeón mundial y uno de los púgiles más populares de Nueva York, tiene una foja de 33-2 con 29 KOs. Espera tener otra ocasión para hacerse con el cinturón en 2018, aunque Golovkin estará ocupado con la repetición de la pelea contra el mexicano Saúl “Canelo” Álvarez tras su empate en septiembre.
Apodado “Hombre del Milagro” tras superar un cáncer de hueso al principio de su carrera, Jacobs retuvo el título de la AMB durante dos años. Sigue siendo una figura importante en su división a pesar de su ajustada derrota ante Triple G. Su próximo combate podría ser contra el canadiense David Lemieux o el inglés Billy Joe Saunders.
"Quiero mantenerme activo, tenemos grandes planes”, dijo Jacobs, de 30 años. "Vamos a invadir Canadá para que puedan ver mi cara, y los llamaré más tarde”.
Arias, 18-1 de Milwaukee, molestó a Jacobs en algunas ocasiones con su estilo, pero Jacobs nunca perdió el control del combate.
En una pelea del peso welter también en el Nassau Coliseum, Cletus Seldin superó al mexicano Roberto Ortiz durante la mayor parte de los tres asaltos disputados hasta que un profundo corte en el ojo derecho y la mejilla de Ortiz obligaron a parar la pelea. Seldin, natural de Long Island, derribó a Ortiz en dos ocasiones en el primer asalto utilizando su poderosa derecha.