La crítica y el rechazo que el mundo del deporte del boxeo ha mostrado entorno a la pelea que esta noche va a disputar el excampeón del mundo Floyd Mayweather junior y el peleador de artes marciales mixtas Conor McGregor no hay impedido a los expertos valorar las posibilidades de ambos.
La respuesta de todos ha sido igual de unánime y coincidente que el debut de McGregor como boxeador le va a deparar una noche muy larga y una lección que nunca olvidará, mientras advierten también del grave riesgo que corre de sufrir daños graves a su salud por los posibles golpes que va a recibir de parte de Mayweather junior.
Los argumentos de los expertos se basan en la valoración objetiva de la preparación que tienen ambos púgiles en los fundamentos que se deben dar en cualquier combate de boxeo.
El primero está relacionado con la defensa que van a presentar cada contendiente y mientras Mayweather junior, de 40 años, personifica el arte del boxeo como es la de saber golpear y no permitir que lo haga el rival, McGregor no sabe lo que es eso en las artes marciales mixtas donde cada uno golpea a discreción con puños, codos y patadas.
La resistencia física para aguantar 12 asaltos no ha sido nunca problema para Mayweather junior (49-0, 26 nocáuts), lo que significa que a pesar de su edad y de no haber boxeado en dos años, en 12 de sus 14 últimas peleas en todas agotó el tiempo reglamentario, mientras que McConor se ha dedicado a ganar a sus rivales en el primer asalto y nunca ha pasado de un tercero.
El aguante de Mayweather junior ha sido otro de las excelencias en su trayectoria profesional al ser uno de los púgiles que menos castigo ha recibido y tan sólo ha caído una vez a la lona ante Carlos Hernández, en el 2001.
McGregor ha sido golpeado con dureza por Nate Díaz y Chad Mendes y en ambos combates resistió bien lo que significa que asimila bien el castigo, algo que le puede ayudar de cara a aguantar algunos asaltos más, pero eso le perjudicará al incrementar el daño físico que va a sufrir durante la pelea.
Al comienzo de su carrera Mayweather junior tenía una velocidad endiablada en sus manos y pies, y en la última pelea antes de retirarse, en el 2015, los reflejos a la hora de lanzar y evitar golpes eran de auténtico púgil de elite.
Su rival es un atleta dotado, pero su velocidad es por el engaño que puede hacer con el movimiento, pero no tiene manos y pies rápidos, por lo que estará siempre a merced del púgil estadounidense, que además nunca anticipa cual va a ser el movimiento siguiente que presenta.
Si hay un área en la que Mayweather es sólo un boxeador regular, es en la pegada. Su porcentaje de nocáut es de apenas un 53 por ciento. Él no se ha anotado un nocáut desde el que logró en el cuarto asalto del combate frente al mexicoamericano Víctor Ortiz en 2011, cuando éste pensaba que la pelea estaba parada.
Esta debilidad es la única de la que se puede aprovechar McGregor que posee una mano izquierda demoledora con la que ha logrado más del 85 por ciento de sus victorias por nocáuts, además de ganar sus dos últimos títulos de la UFC.
Pero ahí se acaba la única ventaja con la que cuenta McGregor porque su experiencia en el boxeo es cero, mientras que Mayweather junior ha sido siempre un superdotado y pasado por todos los niveles.
Como aficionado talentoso, ganó una medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de 1996 de Atlanta después de ser robado en las semifinales, mientras que de profesional, ha enfrentado casi todos los grandes nombres de su tiempo, aunque haya sido siempre bajos sus exigencias y reglas del juego.
McGregor puede decir que sus raíces de lucha están en el boxeo, en el club irlandés Crumlin Boxing, y que se ha sentido cómodo en este deporte al que le da crédito de haberlo practicado como aficionado para luego triunfar en las artes marciales mixtas.
Pero el reto que tendrá ante Mayweather junior es visto por los expertos como un imposible desde los fundamentos del boxeo y trayectoria profesional de ambos peleadores, aunque como en cualquier otra modalidad al ganador no se conocerá hasta que las acciones del combate hayan concluido en el cuadrilátero del T-Mobile Arena de Las Vegas.