Manny Pacquiao no sólo tuvo que disputar los 12 asaltos en una pelea en que era considerado el amplio favorito. El filipino terminó perdiendo el cetro welter de la Organización Mundial de Boxeo por un fallo unánime pero controversial.
No era precisamente lo que esperaba el entrenador de Pacquiao ni el púgil 11 veces monarca mundial, cuyo futuro ha quedado ahora en la incertidumbre.
Freddie Roach, el entrenador de Pacquiao, sugirió que su pupilo de años lograría un nocaut “rápido y dulce” en el combate del domingo, denominado “Batalla de Brisbane. En vez de ello, el local Jeff Horn se impuso por puntos en su primer pleito por un título mundial, ante el delirio de 51.052 espectadores.
El también senador filipino de 38 años llegó a esta ciudad australiana una semana antes de la pelea, en un vuelo fletado que transportaba a más de un centenar de seguidores. Se marcha sin el cinturón de la OMB.
Los tres jueces dieron la victoria a Horn. El estadounidense Waleska Roldan dio 117-111, su compatriota Chris Flores entregó una anotación de 115.113, al igual que el argentino Ramón Cerdán.
Varios críticos consideraron localista el fallo. Destacan las estadísticas según las cuales Pacquiao propinó dos veces más golpes de poder que su adversario.
“Es la decisión de los jueces y la respeto”, comentó Pacquiao, citado por ESPN. “Tenemos una cláusula de revancha, así que no hay problema”.
En ese sentido, el futuro próximo del filipino sería un nuevo enfrentamiento ante el australiano. Más allá de eso, el panorama no es tan claro.
Durante la semana, Roach había dicho que Pacquiao tendría dos alternativas después de enfrentar a Horn: Buscar un segundo combate frente a Floyd Mayweather o contemplar el retiro.
“Manny está en una situación en que debe ganar. Quiere una revancha con Mayweather”, comentó Roach. “Con Mayweather hay que lucir bien ante un rival, hay que impresionar”.
Difícilmente “Money” Mayweather está impresionado.
El entrenador de acondicionamiento físico de Pacquiao, Justin Fortune, no se guardó los comentarios negativos hacia los jueces.
“Manny perdió la pelea, pero Jeff Horn parece una calabaza”, dijo Fortune en referencia al rostro enrojecido, hinchado y ensangrentado de su compatriota australiano. “¿Qué hay entonces con esas anotaciones, con esas tarjetas? Estaban al revés”.
No obstante, Fortune aceptó que Pacquiao debió haber conjurado el riesgo de un fallo controversial.
“Cuando peleas en casa de otro, necesitas hacer más cosas. Es mejor noquearlo”, comentó. “Así es el boxeo. A veces te da y en otras te quita. Pero cuando vienes a casa de alguien debes tener mejores argumentos y nunca dejar esto en manos de los jueces”.
Horn comenzó fuerte y ganó al menos tres de los primeros cinco asaltos en las anotaciones. Pero Pacquiao, quien recibió dos veces atención por una cortada en la cabeza (en el sexto y séptimo round), pareció dominar las hostilidades desde el octavo.
Estuvo cerca de finiquitar el pleito en el noveno, cuando golpeó de forma inclemente a Horn, quien se tambaleó. Incluso el réferi Mark Nelson preguntó al local si podía seguir.
El exprofesor de escuela, de 29 años, respondió afirmativamente. Confiaba en que tenía la ventaja en las tarjetas.
“Desde luego me sentía algo aturdido, pero… tenía que continuar”, indicó. “No me doy por vencido. Los australianos no se rinden para empezar. Hemos demostrado que somos unos ganadores. Fue la verdadera Batalla de Brisbane, absolutamente increíble”.
El copromotor Bob Arum consideró que “fue una pelea apretada, que pudo ser para cualquiera”.
“Hubo un par de rounds apretados, pero no se puede discutir con el resultado”, manifestó. “Hice la anotación y vi que Jeff ganó muchos de los primeros rounds. Luego vi que Manny había repuntado a la mitad de la pelea. Jeff realmente ganó el duodécimo. Si le das a Manny el 11, tienes un empate, si le das a Jeff el 11, es 7-5”.
Roach no está tan seguro ahora de que sea el momento del retiro. Tampoco Horn considera que Pacquiao vaya a alejarse pronto de los cuadriláteros.
“Estoy seguro de que querrá volver. Fue una decisión cerrada, y estoy seguro de que él quiere regresar y demostrar algo”, dijo.
Arum confirmó que hay una cláusula de revancha. Sin embargo, aclaró que esperará antes de hablar con Pacquiao sobre el tema.
“No conozco la postura de Manny en el futuro. ¿Va a seguir en la política y a dejar el boxeo? No lo sé y él tampoco”, sentenció Arum. “Sería injusto preguntarle ahora”.