Anthony Joshua se sobrepuso a la primera caída en su corta carrera y noqueó el sábado a Wladimir Klitschko en el undécimo asalto de la pelea más esperada de las últimas décadas en la categoría de los pesados, para retener su título y conquistar otro más.
Ante el delirio de 90.000 espectadores en el estadio de Wembley, el local Joshua derribó dos veces a Klitschko. Ambos intercambiaron tremendos goles y mostraron resistencia hasta que Joshua encontró la manera de doblegar a un veterano que se había coronado tres veces anteriores en la categoría.
El combate lucía para cualquiera al comienzo del undécimo episodio, cuando Joshua asestó un uppercut de derecha que estremeció la cabeza del ucraniano. El monarca lanzó después una andanada sobre Klitschko, quien se derrumbó con un gancho de izquierda.
Klitschko alcanzó a levantarse, sólo para recibir más castigo. Cayó otra vez, y soportaba una serie de golpes a la cabeza, acorralado contra las sogas, cuando el réferi David Fields intervino para detener las hostilidades.
Joshua defendió su cetro de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) y conquistó el cinturón vacante de la Asociación Mundial (AMB). Logró su 19na victoria en el mismo número de peleas, tras un pleito que cumplió con las altas expectativas que había generado.
Ahora con un récord de 64-5, 53 nocauts, Klitschko no peleaba desde noviembre del 2015, cuando sorpresivamente fue derrotado por el ingés Tyson Fury. Pero no pudo enfrentar a Fury en revancha, debido a los problemas de salud que actualmente presenta el inglés.