Keith Thurman se impuso el sábado por decisión dividida a Danny García y unificó los cetros de la Asociación y el Consejo Mundial de Boxeo.
Thurman logró su 28va victoria consecutiva y le quitó el invicto a García, de ascendencia puertorriqueña, que no había conocido la derrota en 34 contiendas. Tras los furiosos intercambios de puñetazos que ambos contrincantes libraron en los cinco primeros episodios, la pelea en el Barclays Center se tornó más calma, al grado que parte del público comenzó a emitir abucheos.
Pero el ritmo se aceleró al final, con nuevos intercambios en el duodécimo.
Dos jueces dieron el triunfo a Thurman por 116-112 y 115-113. García, alentado ruidosamente por buena parte de los 16.533 espectadores que cuestionaron el fallo, se impuso en una tarjeta, por 115-113.
La anotación de la AP dio 115-113 en favor de Thurman.
"Sabía que la decisión me favorecería cuando comencé a escuchar las puntuaciones", comentó Thurman, quien era monarca de la AMB y despojó a García del título del CMB.
El destronado García no estuvo de acuerdo con el fallo.
"Creo que yo busqué la pelea como un auténtico campeón e hice lo suficiente para llevarme la victoria", dijo.
La verdad es que García, nacido en Filadelfia, conectó una mayor proporción de sus golpes: 30 contra 26%. Pero Thurman, originario de Clearwater, Florida, lució mucho más activo, al intentar 570 golpes, 136 más que su oponente.
El combate no trajo muchas reminiscencias del clásico de 1981, por la unificación de los cinturones welter, entre Sugar Ray Leonard y Tommy Hearns. Leonard comentó la pelea del sábado para CBS a un lado del cuadrilátero, y avizoró esta semana que el pleito sería igual de electrizante.
Ello resultó cierto sólo en los primeros episodios.