The Handmaiden es una película que entretiene, intriga, conmueve y provoca de principio a fin, con cierto espesor en su parte media, pero aún así es una historia muy original que es mejor ver sin tener conocimiento alguno del libro del cual está adaptado. Eso sí, sepan que es un filme para ver con personas mayores de edad para evitar situaciones incómodas.
El director es el aclamado Chan-wook Park, coreano que nos ha regalado obras maestras como la conocida «Trilogía de la Venganza«, siendo su mayor y quizás mejor exponente «OldBoy«, película que le hizo ganar el Gran Premio del Jurado en Cannes en 2004, mismo festival que lo recibiría en este 2016 para su nueva creación.
En el apartado estético tiene un estilo impecable, con movimientos de cámara que parecieran ser omnipresentes en cualquier rincón de la gran casa o mansión en donde se desarrolla buena parte de esta ficción erótica, en donde tanto la noche como el día juegan papeles importantes por las situaciones de explícita intimidad que se ven durante algunas secciones del filme.
La historia arranca con la mucama (Sook-Hee) que es contratada para cuidar de una mujer rica japonesa (Hideko), quien vive solamente con su tío que oculta un oscuro secreto y que ejerce un control macabro sobre ella. Pero Sook-Hee no es inocente, ella es una experta ladrona que está trabajando en un «golpe» para sacar el dinero a Hideko con la influencia de un supuesto conde japonés, quien busca casarse con ella para luego abandonarla.
Todo esto sucede en la Corea de 1930, durante la ocupación japonesa, en una gran proeza por parte de Chan-wook que logró adaptar la novela original de Sarah Walters en la época victoriana a esta realidad de su país natal.
Contar más de la historia es revelar aspectos que es mejor descubrir cada quien por su cuenta, pero en términos generales puede decirse que los temas de la sexualidad femenina quedan abiertamente explorados, siendo casi poéticos en el sentido del realce de la belleza del acto físico y sentimental del sexo, en este caso entre mujeres, opuesto a los perversos impulsos de los hombres, aristócratas sobre todo, en cuanto a la relación de poder, dominio y la saciedad de necesidades fisiológicas vinculadas a actos violentos, grotescos y del todo denigrantes hacia las mismas mujeres.
En su narrativa tiene un gran mérito ya que es difícil perder el hilo de lo que va ocurriendo y hay varios cambios importantes que hacen complicado el adivinar su desenlace, además de tener diferentes puntos de vista de cómo se desarrolla la historia y esto hace que tenga un ritmo envolvente y atractivo, aunque en su segundo acto (de tres) es probablemente en donde se ralentiza un poco y extiende la duración de la película más de lo necesario, pero no es algo que le quite la calidad de la misma.
Habrán muchos que quieran a Park Chan-wook haciendo obras en donde haya exceso de violencia con toques artísticos y explícitos, pero desde mi parecer hizo un trabajo muy bueno en adaptar una historia de esta índole y exhibiendo siempre los bajos instintos y la crueldad de los seres humanos, un tema que parece ser el sello que siempre lo ha definido en el mundo del cine.
Para más análisis, críticas y comentarios de cine visiten Echados Viendo Tele.