El problema de las rockonolas en los bares

¡Que onda mis broderes! ¡Guau!, soy el Perro y esta vez les vengo a hablar de una verga que me enturca y me imagino que a varios también ¡Guau!. Vamos hablar de las situaciones que ocurren con las rockolas, rockonolas o como quieran llamarle en los bares de todo Nicaragua.

Sucede locos que cuando salgo a tapinear, siempre voy a unos bares de mala muerte porque ahí las bichas son más baratas y como todo buen nica palmado uno busca como hacer de hule la cartera para que rinda el guaro. ¡Guau!. La cosa es que un día locos me voy a un bar hpta y desde que entro tenían a toda verga música del maricón de Romeo Santos, aparte que en cola venía más música de esa que no me cuadra,  ¡Guau!, pero como a mi me vale verga no le doy mente y ya, solo me pongo a tapinear.

Bueno pues, se acaban las canciones que tenían puesta los majes que estaban ahí y yo le digo al broder del bar que me dé 10 varas para poner de mis rolas. Me voy y reviso toda la rockonola y deacachimba me encuentro un turcazo de rolas de las que a mi me cuadran, hasta le pedí al maje 20 varas más.

Ese día quería pasar de humo escuchando buenas mierdas y jodiendo en la tapineadera como todo el mundo quiere estar ¡Guau!.

La cosa es que puse 6 rolas y yo ennotado me voy a aplastar a la mesa, pero de pronto un maje del fondo comenzó a chifletear como maricón a decir que esa música era de drogadictos y a mi me valió verga porque ese hpta era un ignorante y cerote que no sabe ni verga de música. La verdad fue una verga valurde porque todo el mundo me miraba de mal modo.

La puta coyota que andaba cascando a un viejo que apenas vive; la gorda fea con el pinta del jaño; el maje moclín que invitaba a tapinear a su chocorrón y en si todo el mundo. Yo solo me di cuenta del ambiente pero me valió verga porque yo pagué por oír mi música. ¡Guau!.

Pero estoy bien tuani hasta que el maje del bar la baja a la mierda y yo me enturco como cualquiera, ¡Guau!, y le voy a reclamar que porqué putas le bajó y el maje deaverga me sale que a nadie le gusta esa música, y yo loco me encachimbo más y le pregunto que ¿porqué solo pone la música de los otros a todo mamón? ¿que si acaso mi dinero no vale?. El maje la compone fácil y me dice ¡Jalá!.

Locos me enturque más ¡Guau!. Hay lugares que son bien por la verga y así de simple arreglan las cosas.

Un maje que estaba al fondo le gritó, «¡saca a ese drogadicto!». No me jodan como que si la música define a la gente, parecen estúpidos y yo le dije al broder: «Oe maje mira, ¿si a mi esa música me hace drogo, entonces a vos oír las de Romeo Santos te hace maricon?. ¿A la que escucha reguetón la hace puta?. ¿Al que escucha rancheras lo hace jincho?». Locos, les valió verga mis preguntas y apagaron la rockonola y la iniciaron para borrar mis rolas. Entonces como ya ni verga podía hacer yo, me calmé y le dije al prix que me devolviera el billete entonces. El maje me dijo que no, que yo era muy problemático y fue ahí cuando me encachimbe más ¡Guau!.

Broderes seamos honestos pero yo tenia la razón locos, no es justo que a uno le hagan eso, o sea ¡Guau!, era yo solo contra el sistema, pero como yo soy un perro que defiende sus derechos, me quedé ahí en la rockonola como protesta. Locos se me rieron, me vulgareaba todo el mundo y nadie me hacía caso.

La verdad me estaba cansando de eso porque es verga saber que tenés la razón pero la sociedad la rechaza y se hacen los locos.

La cosa es que de pronto se aplastó una familia que pidió unas alitas que se miraban de humo, pero la señora que andaba con ellos se sintió como incómoda al verme ahí de frente velándolos y le pidió al mesero que los cambiara de mesa. El maje le dijo que si y pues se fueron pero dejaron en la mesa las alas porque el mesero se las llevaría a la otra mesa. La verdad locos me valió verga y de hacer mi protesta pacifica y me aventé a la mesa, agarré como 4 alas y salí a toda verga corriendo ¡Guau!. Todo el mundo me siguió hasta que me alcanzaron y me turquiaron, con decirles que hasta la Policía llamaron y todo mate. ¡Guau!.

Yo les expliqué a los pescas cómo fue la jugada pero tampoco les importó. Lo bueno fue que no me metieron preso porque soy un perro pero si fue valurde pasar por esa experiencia.

La verdad broderes lo que yo pienso ahora es que si van a tener rockonolas en sus bares tienen que estar claros que van a llegar todo tipo de gente y van a sonar todo tipo de música, por lo mismo deberían respetar lo que uno quiere escuchar ¡Guau! y si no les gusta locos, entonces díganle al maje que les dio la rockonola que le quite todo el rock y muerto el payaso.

Yo no se porque putas la gente se complica tanto ¡Guau!.

Eso fue todo locos y nos leemos para en otra en las anécdotas tétricas, violentas y sociales de un Perro. ¡Guau!.

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Foto. Garuyo