¿Es en serio?, como pasó tan rápido el tiempo, no nos percatamos que ya son 15 Mister o Misses, bueno, nunca se sabe, y aunque invite a la crema y nata del entretenimiento en nuestro país, nadie se termina dando cuenta.
No queremos sonar mala onda, pero si por ser realista me van a llamar de esa manera, no importa, yo porque soy bien informativa y me doy cuenta de todo.
Hace poco estaba tomándome un café con mis amigas y justo hablábamos de lo intensa que se pone la gente cuando se acercan los certámenes de belleza, todos comentan al respecto, se hacen «missiólogos», expertos o aprendices, no importa, pero todos tienen algo que aportar.
Volviendo al tema
Julio Guadamuz, director de Mister Nicaragua, se da a la tarea de invitar a todos los medios, unos les hacen mas caso que otros, es obvio, pero al final de día, nadie se da cuenta.
¿Quién es el Mister Nicaragua?, ¿qué hace de su vida?, ¿participará o participó en un certamen internacional? ¿es bonito o feo?, ¿tiene el cuerpo requerido para este concurso?
Miles de preguntas surgen cuando hablamos de Mister Nicaragua, ¿está haciendo bien su trabajo la organización? Porque no basta pelarle el diente a los periodistas de espectáculo para que publiquen la noticia, sino presentar un buen espectáculo, uno que siembre precedente, que el publico recuerde por bueno o por malo, pero que lo recuerde.
Aunque se ha tratado de culturizar en que los certámenes de belleza masculinos son para promover el país a través del atractivo de los que participan no podemos dejar de mencionar que siempre concursan cuatro tipos de jóvenes:
Los de relleno: son los más feos del certamen y aunque los animen diciéndoles que todos son ganadores desde el momento en que están allí, no pasan de la primera eliminatoria.
Los gays: aunque procuren verse lo mas masculinos posibles, ¡olvídense de eso!, únicamente lo consiguen si quedan estáticos como maniquíes. O, pregúntenle a William, el rey mas alto en la historia de Mister Nicaragua.
Cuerpo de William Levy, cara de Cacique precolombino: no lo podemos negar, tiene tremendo cuerpazo, hasta le aplicaríamos el paso de la cebolla como decía un novio mío, pero la cara les cambiaría volviendo a nacer.
Los Johnny Bravo: ¿quién ha dicho que los flaquitos no pueden tener buen cuerpo?, pero desafortunadamente solo se dedican a trabajar sus brazos y olvidan por completo las piernas.
¿Cuál es la idea de hacer un certamen que no tiene un trasfondo?, son reyes el mismo día que ganan y después quedan en la calle del olvido, avenida de la soledad.
Si yo fuera la directora del certamen, metería como medicamento a mi rey, movería mis redes sociales DIARIO, total, no le tengo que sonreír a nadie para que me publique y lo mejor, es que es gratis.
Por: Juana Charlotte