Hace 5 años cuando todavía era una adolescente, me ilusionaba por leer como los especialistas en moda, pero sin certificación alguna, nos deslumbraban diciéndonos que ponernos y que no. Hoy estos artículos me parecen tan obsoletos, hasta procuro ponerme en el lugar de los editores de segmentos, columnas, etc. y no logro comprenderlo.
Siempre he sido muy exigente con estos temas, es por eso que procuro leer la Biblia (Vogue), no hay nada mejor para estar vigente y aterrizar cada propuesta de look que nos muestran a dimensionadas cantidades de dinero y marcas que sólo podríamos encontrar en las pacas, sino pregúntenle a Sergio Salmerón, sobre el accesorio más importante para lucir increíble.
La actitud no se compra, ni se encuentra, sencillamente se trae consigo. No basta comprar piezas carísimas y atuendos con el último grito de moda.
Es tan absurdo analizar con detenimiento a los distintos asesores y Fashion bloggers de nuestro país, no hay ningún comentario en sus redes donde la gente les consulte, pero más importante aún, no existe ni un espacio para chicas talla plus, sencillamente lucen las piezas y dicen donde las compraron, ¡vaya asesoría!
¿Por qué debería importarme la nueva columna de Kelly Molina?
Kelly para mi no es ejemplo de fashionismo, para empezar lo encontras en la calle y anda como si se acaba de levantar, como dice mi santa madre: ¡Hay que predicar con el ejemplo!
Para empezar, es tan bizarro agarrar cuerda de una gordita dándome recetas para bajar de peso, ¿o sea en serio?
A veces hay que remontarnos a nuestros cimientos, como cuando en el colegio aprendíamos haciendo, es la única manera que podríamos atinarle al Outfit adecuado.
Tipo de rostro, forma del cuerpo, colores que nos van dependiendo de nuestro tono de piel, tono de cabello. Moda no es solo usar una camisa Denim porque voy a los hípicos, va más allá de la actitud y el estilo que, desafortunadamente, ¡No se compra!
Juana Charlotte