Los Padres de San Diego recordaron a los aficionados su política de tolerancia cero para el mal comportamiento antes del Juego 3 de su Serie Divisional de la Liga Nacional contra su rival Los Ángeles; después de que los ánimos se caldearon en el campo y en las gradas del Dodger Stadium el domingo por la noche.
El Juego 2 se retrasó 12 minutos después de que fanáticos ruidosos lanzaron pelotas de béisbol en dirección al jardinero izquierdo de San Diego, Jurickson Profar, y luego arrojaron basura a los jardines. Profar le había robado un jonrón a Mookie Betts en la primera entrada causando de los mismos, mirándolos fijamente y luego saltando antes de lanzar la pelota al cuadro.
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El abridor de los Dodgers, Jack Flaherty, y el tercera base de los Padres, Manny Machado, se lanzaron improperios el uno al otro un puñado de veces; incluso después de que Flaherty golpeó a Fernando Tatis Jr. con un lanzamiento y después de que ponchó a Machado.
Los Padres ganaron 6-5 en el Petco Park para tomar una ventaja de 2-1 en la serie al mejor de cinco.
El Juego 4 es el miércoles por la noche, cuando los Padres pueden eliminar a los Dodgers en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional por segunda vez en tres temporadas.
En un comunicado enviado a los poseedores de boletos de temporada y publicado en las redes sociales, el presidente del equipo de los Padres, Erik Greupner; dio crédito a los fanáticos por crear la mejor ventaja de local en el béisbol, al tiempo que reiteró que cualquier fanático que arroje artículos al campo o haga comentarios ofensivos o abusivos a cualquier persona será expulsado.