El campocorto Carlos Correa niega haber negociado seriamente un convenio de largo plazo con los Astros de Houston. Así, prevé buscar mayores remuneraciones en el próximo mercado de agentes libres.
“No estuvimos ni cerca. No hubo en realidad negociaciones”, dijo Correa el jueves, antes de que los Astros abrieran su campaña enfrentando a los Atléticos de Oakland. “Es otro año con los Astros de Houston. Jugaré, daré lo mejor que tengo y trataré de conseguir otro campeonato para esta ciudad”.
Correa dijo la semana pasada que rechazó una oferta por seis años y 120 millones de dólares. El jueves, reveló que había desairado también una oferta por cinco años y 125 millones.
Las cifras palidecen en comparación con los 10 años y 341 millones de dólares que otorgó el contrato al que llegaron el miércoles los Mets de Nueva York con otro torpedero boricua, Francisco Lindor.
También Lindor podía declararse agente libre después de esta campaña si no firmaba por un plazo mayor.
“Me encantó. Es un gran contrato”, dijo Correa sobre el acuerdo de Lindor. “Se merece cada centavo de eso… Elevó el mercado para todos los campocortos que estemos después de él”.
Correa, de 26 años, dijo que el día inaugural de la campaña marcaba el plazo para llegar a un acuerdo con los Astros. Devengará 11,3 millones de dólares en la presente campaña.
“La relación es grandiosa. No hay resentimientos”, aseguró Corea. “Esto es un negocio. Ellos me lo dejaron muy claro: ‘No creemos en los contratos largos’. Así que, una vez que yo llegue a la agencia libre, voy a buscar un contrato largo”.
Correa fue la primera selección general en el daft de 2012, el año en que Houston tuvo su primera de tres campañas consecutivas con más de 100 derrotas.
El puertorriqueño debutó en 2015 y fue elegido Novato del Año en la Liga Americana. Disputó el Juego de Estrellas en 2017, cuando ayudó a que los Astros conquistaran el único cetro de la Serie Mundial en su historia.
Durante la campaña de 2020, abreviada por el coronavirus, Correa bateó para .264 con cinco cuadrangulares y 25 impulsadas.
Insiste en que está listo para jugar y para concentrarse en el béisbol.
“Siempre amaré esta ciudad y siempre será mi segunda casa”, afirmó. “Si ésta es mi última temporada, seguiré amando a los fanáticos de aquí. Sé que ellos también me aman. Si es mi última campaña, voy a tratar de finalizarla con un campeonato. Esa es mi meta principal este año”.