No hay otro equipo en las Grandes Ligas más ávido de olvidar la temporada de 2020 que los Medias Rojas de Boston.
Con el manager Alex Cora exiliado por su papel en el escándalo de robos de señales de los Astros de Houston y Mookie Betts traspasado a los Dodgers para no pagar la máxima cantidad de impuestos, los Medias Rojas se desplomaron al último lugar en una campaña abreviada por la pandemia.
El as Chris Sale (cirugía Tommy John) y el número dos de la rotación Eduardo Rodríguez (una miocarditis causada por el COVID-19) nunca poder subir al montículo. El toletero J.D. Martínez, después de acumular 79 jonrones en las previas dos campañas, se desplomó al bate con un promedio de .213 y el tercera base Rafael Devers (14 errores en 57 juegos) dejó una imagen desdibujada.
“Todos saben lo ocurrido el año pasado”, dijo Cora. “Tuvimos mucha gente que no pudo estar. A mí también me toca voltear la página. Tengo que seguir adelante. Si para ellos es duro voltear la página … Hey, fíjense en mí y cómo he vuelto al trabajo. Si ellos quieren olvidarse, puedes fijarse en mí y hacer lo mismo”.
Los Medias Rojas se han proclamado campeones de la Serie Mundial en dos de las últimas ocho temporadas, pero también se han hundido cuatro veces en el sótano en una década de altibajos en la que cinco managers han desfilado por la cueva.
Cora, quien dirigió al equipo que en 2018 fijó un récord de la franquicia con 108 victorias y el campeonato, fue cesado luego que una investigación de MLB le identificó como cabecilla del ardid de trampa en Houston.
El coach de banca Ron Roenicke le relevó en 2020, pero no pudo hacer mucho tras la decisión de traspasar a Betts y David Price a los Dodgers con el fin de reducir gastos. Los Medias Rojas acabaron 24-36, Roenicke fue apartado y Cora retomó la conducción.
Los Medias Rojas prenden velas con Xander Bogaerts en el campocorto, repuntes de Martínez y Devers y la esperanza que Sale reaparezca a mitad de temporada para encabezar un rotación que lucirá mejor al disponer de sus servicios y los de Rodríguez con regularidad.
Cora opina que ello bastará para que la gente olvide el nefasto 2020.
“Quedamos últimos en la división y lo sabemos”, dijo Cora. “Pero este es un buen equipo”.
LA ROTACIÓN
El venezolano Rodríguez iba a ser el abridor del día inaugural, pero se le diagnosticó adormecimiento en el brazo izquierdo y tendrá que esperar.
Martín Pérez, Nathan Eovaldi y el recién llegado Garrett Richards son las otras cartas. A la espera del retorno de Sale, Nick Pivetta tapará el hueco.
LO NUEVO
¿Se acuerdan de Betts, Jackie Bradley Jr. y Andrew Benintendi? Bueno, el trío de jardineros que comandó a Boston al coronarse en 2018 ha sido desmantelado. En su lugar, Hunter Renfroe, Alex Verdugo y Marwin González se perfilan como los titulares, pendientes a que Franchy Cordero pueda ponerse a punto pronto tras haber iniciado tarde su pretemporada debido a los protocolos COVID.
Enrique Hernández será el nuevo segunda base, con lo que al fin tendrán a alguien fijo en la posición desde que Dustin Pedroia se lesionó gravemente en 2017.
CERRADOR
Matt Barnes, autor de nueve salvados la pasada temporada, es la principal opción para el puesto de cerrador. Pero quedó inhabilitado para el inicio del nuevo curso tras dar positivo por coronavirus. Adam Ottavino, ex de los Yanquis, podría ser tomado en cuenta. Hirokazu Sawamura y el zurdo Darwinzon Hernández tendrán protagonismo en el bullpen y podría acabar cerrando si los otros flaquean.
NOVATOS
Con 32 años, Sawamura debutará en las mayores tras 10 años en la pelota japonesa. Bobby Dalbec, quien conectó ocho jonrones en 80 turnos en 2020, volverá con cartel de novato en la primera base.