Clayton Kershaw ha lanzado en el último juego de la temporada para los Dodgers de Los Ángeles en seis de los últimos siete años. Ninguna de esas aperturas culminó con el trofeo de la Serie Mundial.
Entre sus logros están tres premios Cy Young, e incluso fue nombrado Jugador Más Valioso en una de sus dos temporadas con 21 victorias, en medio de la actual racha de ocho títulos consecutivos de la División Oeste de la Liga Nacional para los Dodgers.
Pero el as zurdo de 32 años tiene una foja negativa de 11-12 en la postemporada. Los Ángeles no se coronan campeones de la Serie Mundial desde 1988. Es el mismo año en el que Kershaw nació en Dallas, donde aún vive y que no está lejos del sitio en el que tendrá otra oportunidad para cambiar eso para los Dodgers y añadir una enorme pieza faltante a su brillante currículum.
“Estuve lanzando en juegos de simulación durante mayo y junio en Dallas, pensando ‘¿cuándo vamos a jugar la temporada’’”, dijo Kershaw el lunes.
Y ahora, por tercera ocasión en cuatro años, Kershaw está listo para lanzar en el primer juego de la Serie Mundial para los Dodgers, cuya campaña estuvo a punto de naufragar cuando el zurdo salió derrotado de su última apertura en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional la semana pasada en Arlington, Texas, donde también se disputará la Serie Mundial.
Tyler Glasnow, un derecho de 27 años que nació en California y creció viendo los primeros años de la carrera de Kershaw, abrirá el martes por los Rays de Tampa Bay, que alcanzaron su primera Serie Mundial desde 2008.
El primer juego de la Serie Mundial se produce una semana después de que Kershaw fue descartado de su apertura en el segundo duelo de la serie contra Atlanta debido a espasmos en la espalda. Dos días después subió a la lomita en el cuarto juego, que estaba empatado 1-1 antes que permitiera tres imparables seguidos para abrir el sexto episodio que se convirtió en una entrada de seis carreras para los Bravos, que consiguieron una victoria por 10-2 y una ventaja de 3-2 en la serie.
Pero después los Dodgers ganaron tres juegos consecutivos al borde de la eliminación por apenas segunda vez en su historia. Kershaw estuvo en el bullpen calentando en ocasiones durante el séptimo y decisivo juego del domingo, pero nunca subió al montículo en la victoria por 4-3.
Antes de estos inusuales playoffs de una temporada regular que se vio acortada por la pandemia de coronavirus, Kershaw no había lanzado a nivel profesional en Arlington. Sus turnos en la rotación nunca coincidieron con juegos en Texas, ni siquiera en el viejo estadio donde solía ver a los Rangers de Texas y a uno de sus jugadores favoritos, Will Clark, —quien es la razón por la que porta el número 22_, o en la serie de los Dodgers en el nuevo estadio Globe Life Field de 1.200 millones de dólares a finales de agosto.
Kershaw registró una foja de 6-2 con una efectividad de 2.16 en 10 aperturas durante la temporada regular, luego ponchó a 13 jugadores en ocho entradas sin anotaciones para ganar el segundo juego contra Milwaukee en la primera ronda. Posteriormente, lanzó pelota de seis entradas para vencer a San Diego en la Serie Divisional de la Liga Nacional en su primera apertura en Arlington.
“Es muy competitivo”, comentó su compañero Mookie Betts, quien fue el Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 2018. “Todo lo hace bien”, añadió.
Pero así como Kershaw ha sido bueno para tener una foja de 175-76 y una efectividad de 2.43 en la temporada regular en sus 13 años en las mayores, el ocho veces seleccionado al Juego de Estrellas ha tenido varias aperturas decepcionantes en la postemporada, con su efectividad casi duplicándose a 4.31.
“La postemporada es una experiencia para sacarle provecho, tratando de aprender de ella lo más que podamos”, dijo Kershaw. “Al mismo tiempo, cada año es diferente. Cada equipo es distinto. Los Rays son un equipo distinto a los Astros y a los Medias Rojas. Me voy a preparar como siempre lo hago y estaré tan listo como pueda”, destacó.
Para otra oportunidad.