George Springer, jardinero de lo sacudió Astros de Houston, sacudió su cabeza ante la simple mención de los problemas que ha suele tener en octubre su compañero Justin Verlander, el único pitcher en la historia del béisbol con marca de 0-5 en Series Mundiales.
“No estaríamos aquí de no ser por él”, declaró Springer. “No me importa lo que indiquen las estadísticas individuales”.
Luego, a manera de reiterar su afirmación, el pelotero repitió: “No estaríamos aquí de no ser por él. Así que me alegra que le estemos entregando la pelota. Ya veremos qué sucede”.
Verlander tendrá una oportunidad de hacer que la afición olvide su mala racha de postemporada, que incluye derrotas de este año en partidos en que los Astros estaban a un triunfo de avanzar a la siguiente fase _en la serie divisional y en la serie de campeonato de la Liga Americana.
Con miras a conquistar su segundo título en tres años, los Astros confiarán en el derecho de 36 años para el sexto partido, en Houston, para medirse a Stephen Strasburg y los Nacionales de Washington el martes por la noche.
″Él está preparado. Está listo para este momento. Hemos tenido mucha comunicación a lo largo de la serie sobre la manera en que vamos a realizar un ajuste a lo que hemos estado viendo y cómo vamos a atacar”, aseveró Gerrit Cole, compañero de Verlander en la rotación de los Astros y uno de los favoritos en la lucha por el premio Cy Young de la Americana en esta temporada.
“Para él va a ser una apertura más. Él va a marcar el ritmo para nosotros”, dijo Cole. “Esperamos poder apoyarlo con carreras y grandes jugadas a la defensiva”.
Cole concedió sólo una anotación en siete innings y ponchó a nueve para que los Astros tomaran una ventaja de 3-2 en la serie el domingo por la noche, en un triunfo de 7-1 a unos Nacionales que llegaron a la postemporada como equipo comodín.
Springer, el puertorriqueño Carlos Correa y el novato cubano Yordan Álvarez han aportado dos cuadrangulares cada _que han festejado con saludos peculiares y profundos abrazos_ para el equipo que encabezó Grandes Ligas con 107 victorias en la campaña regular.
Las carcajadas y los gritos continuaron en la pequeña cafetería en los vestuarios del equipo visitante en el Nationals Park.
Hasta ahora ha sido divertido jugar fuera de casa: Sólo dos veces antes en la historia de las ligas mayores los equipos de casa habían sido los perdedores de los primeros cinco partidos de una Serie Mundial.
Los Nacionales ganaron los dos primeros en Houston por un total de carreras de 17-7, antes que los Astros respondieran para alzarse con tres victorias en Washington por un total de 19-3.
Los Nacionales llegaron al fin de semana con una racha de 18 triunfos en 20 juegos, la mejor hilvanada que el equipo haya logrado desde que se mudó de Montreal a Washington en 2005. Pero luego cayeron a marca de 0-3 en casa.
“Nosotros simplemente vamos a regresar a jugar”, destacó el jardinero dominicano Juan Soto, de los Nacionales. “Trataremos de hacer lo que hemos hecho antes”.
Ahora llega el receso del lunes en la serie a ganar cinco de siete, antes que Houston confíe en que Verlander defina la Serie Mundial.
En caso de que no lo logre, el séptimo y definitivo encuentro se jugaría el miércoles, el que los Nacionales esperan asignar a Max Scherzer, tres veces ganador del premio Cy Young y que fue descartado para el quinto duelo horas antes del inicio debido a un problema de cuello que le impidió alzar su brazo de lanzar.
Scherzer reveló que recibió una inyección de cortisona y requirió de la ayuda de su esposa tan solo para poder vestirse.
“Esto se trató de algo pequeño que se convirtió en algo grande y terminó siendo algo descomunal”, señaló. “Yo solo espero que los médicos estén en lo correcto y que algo pueda hacerse para el séptimo juego”.
Eso, por supuesto, podría no ser necesario.