En sus primeros comentarios públicos desde un intento fallido de asesinato en su natal República Dominicana, el extoletero de los Medias Rojas David Ortiz dijo el lunes que está contento de estar en casa luego de ser dado de alta del hospital y comentó a sus fanáticos: “Big Papi estará de regreso pronto”.
Luego de hacer una publicación en Instagram, Ortiz emitió un comunicado a través de una agencia de relaciones públicas de Boston en la que señaló que tiene por delante varias semanas más de recuperación luego de haber sido baleado el 9 de junio en un bar de Santo Domingo.
“Estando ya en casa y viendo a mi familia celebrarlo no tiene precio”, escribió Ortiz en la publicación de Instagram, que incluía fotografías de un corte de carne, pasta y pescado asado. “Lo único malo es que no puedo matar la liga comiendo todavía”, agregó.
Ortiz, de 43 años, recibió un disparo en la espalda por un sicario que condujo una motocicleta y le pegó el tiro a quemarropa, dándole en el toso, dijo la policía dominicana y agregó que se le confundió con otro individuo que estaba sentado cerca de él en el bar.
Los médicos en Santo Domingo le extirparon la vesícula y una parte del intestino. Al día siguiente del incidente, fue trasladado a Boston en un avión de los Medias Rojas. El comunicado emitido el lunes confirmó que Ortiz fue dado de alta el viernes del Hospital General de Massachusetts.
“Me siento bien, pero sé que necesito hacer mi rehabilitación tal como lo hice cuando me recuperaba de lesiones por jugar béisbol”, señaló el dominicano, agradeciendo a los médicos, a los propietarios de los Medias Rojas y a miembros de la organización por su apoyo.
Sobre el personal médico del hospital, señaló que “son algunos de los mejores compañeros que he tenido”, añadió.
El 10 veces seleccionado al Juego de Estrellas y tres veces campeón de la Serie Mundial ayudó a que los Medias Rojas pusieran fin a su sequía de títulos de 86 años en 2004 y tuvo un promedio de bateo de .688 contra los Cardenales de San Luis en 2013 para ser el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial.
Pero fue su actitud jovial y sonrisa fueron lo que hicieron que se ganara a los residentes de la ciudad. Previo al primer juego en casa de los Medias Rojas después de un bombardeo durante el maratón de Boston en 2013, Ortiz se subió a la lomita con un micrófono y dijo a los presentes: “Esta es nuestra ciudad y nadie va a dictar nuestra libertad”.
Ortiz se retiró luego de la temporada de 2016 con 541 cuadrangulares y el equipo rápidamente retiró el número 34, con el cual jugó. La ciudad nombró una calle afuera del estadio en su honor.
Tiene una propiedad en la zona de Boston y pasa una parte del año en República Dominicana, donde a menudo se le ve mientras lleva a lavar sus automóviles o sale con amigos, incluidos otros beisbolistas, artistas y figuras del entretenimiento.