Durante las seis temporadas de Yasiel Puig en Los Ángeles, los Dodgers ganaron por lo menos 91 juegos y se clasificaron a los playoffs cada año. El jardinero cubano se acostumbró a solo una cosa en las Grandes Ligas: ganar.
Bienvenido a Cincinnati, Yasiel.
Un canje durante el invierno forzó que Puig se mudara al otro extremo del país y al polo opuesto de la tabla de posiciones. Le tocará jugar con un equipo de los Rojos que ha perdido al menos 94 juegos en cuatro años seguidos y se apropió como inquilino del sótano de la División Central de la Liga Nacional.
El clima también es muy diferente en Cincinnati.
“Pasé seis años con los Dodgers y en esos seis años nunca faltamos a los playoffs”, dijo Puig durante una visita reciente a la ciudad en un día de temperaturas bajo cero para buscar vivienda. “Yo espero que este no será un año en el que nos quedaremos afuera en octubre. Estoy para llevar a este equipo a los playoffs otra vez”.
Puig llegó acompañado por otros refuerzos. ¿Alcanzarán para marcar diferencia?
Lo que buscan los Rojos es cambiar el rumbo de un equipo que estaba atascado en una lenta remodelación a convertirse en un repentino aspirante, a ser tomados en serio.
Completaron tres canjes durante el receso, incluyendo el que concretaron con los Dodgers para traer a Puig, el también jardinero Matt Kemp y el zurdo Alex Wood.
Adquirieron a los veteranos abridores Sonny Gray y Tanner Roark en canjes con los Yanquis y Nacionales, respectivamente, para apuntalar una rotación que ha promediado una efectividad de 4.97 desde 2005, la cifra más alta en la Liga Nacional en ese periodo.
También contrataron a un nuevo manager y 10 — correcto, 10 — nuevos coaches.
Se trata de una estrategia inusual para un equipo en reconstrucción. Cuatro de los jugadores que obtuvieron serán agentes libres tras la temporada, junto al segunda base Scooter Gennett, su mejor bateador en los últimos dos años. Ya se verá lo que pasará después.
Por lo pronto, los Rojos pintan como un equipo que vale la pena seguir.
“Vamos a ser mejores”, prometió Puig.
Otros aspectos que hay que saber de los Rojos, que celebran el aniversario 150 de su conformación como primer equipo profesional.
Nuevo Mánager: El debutante David Bell suscita nostalgia. Su abuelo, Gus, y su padre, Buddy, jugaron con los Rojos. Ahora lucirá el número 25. Bell ordenó un cambio de rutina en la pretemporada y experimentó con el relevista Michael Lorenzen como jardinero central, otro indicio de que es un piloto audaz.
Rotación: El quinteto de abridores ha sido su gran punto débil en los últimos años y ha cambiado totalmente con las adiciones de Wood, Gray y Roark. Los sobrevivientes son Anthony DeSclafani y el dominicano Luis Castillo, quién será el abridor del partido inaugural. Si esta rotación logra rendir al menos sobre el promedio, el bullpen y la ofensiva deben alcanzar para que los Rojos vuelvan a ser un equipo respetable en una reñida división.
Joey Votto: El Jugador Más Valioso de la Nacional en 2010 viene de una de sus peores campañas, con apenas 12 jonrones, 67 impulsadas y un promedio de .284. El jugador más caro en el roster de los Rojos, con un salario de anual de 25 millones de dólares hasta 2023, cumplirá 36 años en septiembre. El primera base dice que su campaña fue “un poco descorazonadora” y trabajó en su swing durante el invierno. Recuperar su mejor versión será fundamental para el engranaje ofensivo.
Novato: Nick Senzel, un infielder, fue tomado en el segundo turno del draft 2019, la selección más alta de Cincinnati desde 1983. Los Rojos quieren que sean un jardinero central que cubra la función que Billy Hamilton tuvo recientemente. La rapidez de la transición en su nueva función promete ser uno de los elementos más intrigantes.