El bullpen de Cerveceros da muestras de debilidad

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Informado que iba a tener el día libre tras lanzar tres innings en blanco en el primer juego de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, el zurdo Josh Hader no anticipaba una llamada al bullpen por sus servicios.

Luego de ver a los relevistas de los Cerveceros dilapidar una ventaja de tres carreras en las postrimerías del segundo partido, Hader hubiera estado dispuesto a lanzar en días seguidos, sin importa la elevada cuenta de pitcheos.

“La adrenalina te motiva a muchas cosas”, dijo cuando le preguntaron si pudiera haber lanzado.

La serie al mejor de siete quedó igualada 1-1 luego que los Dodgers minaron el dominio del resto de los lanzallamas de los Cerveceros en las últimas entradas por segundo día consecutivas y ganar el sábado por 4-3.

Aunque Wade Miley cubrió 5 2/3 innings en blanco y se convirtió en el primer pitcher de Milwaukee que saca un out en el sexto episodio en la postemporada, los Dodgers le dieron la vuelta a un déficit de tres carreras en el séptimo para llevarse la victoria.

Miley había hecho 74 lanzamientos cuando fue reemplazado.

“O es muy prematuro o es demasiado tarde”, dijo el manager Craig Counsell. “Llega un momento en el que hay que tomar una decisión, y consideré que le tocaba enfrentar a la parte medular de la alineación por tercera vez”.

Milwaukee tuvo la quinta mejor efectividad de un bullpen durante la campaña regular, de 3.47. Lideraron las mayores en septiembre, con 1.98.

Pero el bullpen ha mostrado algunas fisuras. Los pitchers de Milwaukee cumplieron 72 apariciones durante la racha de 12 victorias de los Cerveceros, con 24 en los primeros cuatro de los playoffs. Es una carga muy pesada.

Aparte de Hader, el bullpen de los Cerveceros ha permitido ocho carreras en 7 1/3 innings ante Los Ángeles, una efectividad de 9.82.

Milwaukee casi malogró una ventaja de cinco carreras al final del primer juego, pero resistió para ganar 6-5 el viernes, con Corey Knebel ponchando a Justin Turner para dejar estancada en tercera base la potencial carrera del empate. Cuatro relevistas permitieron cuatro carreras y cinco hits en los últimos dos episodios.

Jeffress se sentó solo en la cueva tras salir del juego, haciendo globitos con goma de mascar.

“Así es la pelota. No puedo ponchar a todo el mundo. No puedo hacer que todo el mundo batee un rodado. Soy humano”, respondió Jeffress cuando se le preguntó cómo se sentía mental y físicamente.