Los Marineros de Seattle anunciaron una extensión multianual de contrato a su manager Scott Servais al iniciar la segunda mitad de la temporada y con el club encaminado a posiblemente poner fin a la sequía más larga sin clasificarse a los playoffs de las cuatro principales ligas profesionales de Norteamérica.
Servais acordó la extensión cuando los Marineros ostentan una marca de 58-39 y ocupan el segundo wildcard en la Liga Americana.
La extensión se daba por hecho desde que el gerente general Jerry Dipoto firmó un nuevo contrato a inicios de este mes. Dipoto había dicho que retener a Servais era una prioridad.
Servais, de 51 años de edad, cumple su tercera campaña como manager de Seattle. Su foja es de 222-199 desde que tomó las riendas del equipo, su primer trabajo como manager en su carrera.
Los Marineros tuvieron marca de 87-75 en la primera temporada de Servais, pero retrocedieron a 78-84 el año pasado al ser mermados por las lesiones de varios jugadores clave.
El pacto original de tres años vencía al final de esta temporada.
"Scott ha creado una cultura en Seattle que permite que los jugadores rindan con éxito”, dijo Dipoto en un comunicado. “Se les estimula estar a su gusto y eso ha generado un ambiente espontáneo, y al mismo tiempo se mantiene el énfasis de que el equipo es lo primero”.
El club no ha sido modelo de estabilidad en cuanto a su manager en tiempos recientes. A menos se produzca un cambio imprevisto, Servais será apenas el tercer piloto en la historia del club que inicie una cuarto temporada al mando del conjunto. Darrell Johnson, el primer manager, fue despedido al promediar su cuarta temporada en 1980. Lou Piniella dirigió a Seattle entre 1993-2002.
Ningún otro manager pudo mantenerse a cargo más de tres campañas.
Servais es uno de los favoritos al manager del año en la Liga Americana esta temporada debido a la magnífica campaña de Seattle.
Los Marineros han superado varias bajas por lesiones y la suspensión de Robinson Canó por 80 juegos para estar en carrera por un puesto en los playoffs. Estaban en mejor posición hace dos semanas, pero perdieron siete de nueve partidos antes de la pausa por el Juego de Estrellas y su ventaja sobre Oakland por el segundo comodín se redujo a tres juegos.