Pedro Martínez y Madison Bumgarner lo hicieron parecer fácil.
Para Max Scherzer, lanzar en labor de relevo resultó mucho más duro.
Cuando Scherzer subió al montículo en la parte alta de la quinta entrada el jueves por la noche en Washington, los Nacionales se aferraban a una ventaja de una carrera, esperando que su as derecho pudiera colocarlos un inning o dos más cerca de la serie por el campeonato de la Liga Nacional. En vez de eso, Washington cedió la ventaja de forma definitiva cuando Chicago anotó cuatro veces con dos outs, y los Cachorros terminaron ganando 9-8 el quinto partido de la serie divisional.
La actuación de Scherzer como relevista fue el tipo de decisiones que se han vuelto moda últimamente. Una corta serie de postemporada crea un carácter de urgente, y los managers están dispuestos a abandonar en parte los estrictos roles a los que han asignado a los pitchers durante la campaña regular. Tal flexibilidad en ocasiones genera salidas de relevo más largas para los cerradores, pero también implica que abridores como Scherzer ocasionalmente salgan del bullpen.
Eso llegó a funcionar estupendamente para algunos equipos. Bumgarner se apuntó un salvamento de cinco inning en el séptimo juego de la Serie Mundial de 2014 por San Francisco, y Martínez mantuvo a Cleveland sin hit en los últimos seis episodios cuando Boston derrotó a los Indios en el quinto encuentro de la serie divisional de 1999.
Pero la actuación de Scherzer fue un golpe de realidad para quienes piensen que ese tipo de ajustes resulta sencillo.
Hasta ahora en esta postemporada, Chris Sale, Justin Verlander, Jon Lester, José Quintana y Scherzer han lanzado como relevistas tras breves descansos luego de aperturas en sus series. Los resultados han sido mixtos. Esos cinco se combinaron para lanzar 12 innings y dos tercios de relevo, en los que permitieron seis carreras limpias y 10 hits, cinco pasaportes y 10 ponches.
Por la forma en que las series divisionales fueron programadas, un manager suele tener la posibilidad de elegir al abridor para un decisivo quinto juego _dado que los abridores de los primeros dos compromisos tendrían el descanso suficiente. Es tentador usar al abridor del primer partido en relevo después de un corto descanso en el cuarto juego, luego guardar al abridor del segundo para el quinto _pues eso permite a un equipo usar a sus dos abridores principales en dos partidos cada uno.
Los Astros de Houston llegaron al cuarto juego de su serie divisional ante Boston con una ventaja de 2-1 en la serie. Los Medias Rojas, en su intento por extender su temporada, metió a Sale como relevista en el cuarto inning mientras Houston ganaba por una carrera. Los Astros subieron al montículo en la quinta a Verlander, que al igual que Sale había sido el abridor del primer juego. En caso de extenderse a un quinto partido, Dallas Keuchel habría sido elegido para abrir por Houston.
Verlander nunca había trabajado de relevo en la campaña regular ni en postemporada. El manager A.J. Hinch lo metió con corredor en primera y un out.
"Justin Verlander quería la pelota. Es muy bueno en cuanto a su preparación", dijo Hinch. "Eso lo sacó de su rutina, que es una cosa que uno cuestiona. Ha realizado su rutina por 13 años".
Verlander recibió un cuadrangular de dos carreras del primer bateador que encaró, cediendo la ventaja, pero ese fue el único hit que otorgó en dos entradas y dos tercios. No recetó un solo ponche _algo raro para él_ pero terminó apuntándose la victoria.
Sale dominó a los Astros sin carrera por cuatro innings, pero dos carreras de Houston en la octava le fueron cargadas, y Boston quedó eliminado.